O al menos, hasta hace muy poco, lo ha sido. Todos los que
me conocéis sabéis que, mientras por los niños siento una devoción especial,
por las niñas… Por las niñas no sé muy bien cómo definirlo. Por una vez, y sin
que sirva de precedente, dejo de lado Marruecos y sus pequeñas. Porque son
igual de increíbles que los críos. Las más pobres, me refiero. El resto, igual
que en España, en Inglaterra y en prácticamente todos los países de Occidente
son insoportables. Al menos la inmensa mayoría de ellas.
Puede que mi ‘rechazo’ venga de ahí, ya que nunca entendí esta educación que desde siempre se ha querido inculcar a nuestras peques en el Primer Mundo. Sé que más de una, por suerte, me acompaña en el sentimiento. Y es que ya está bien de PAVAS que quieren ser princesas y jóvenes con la creatividad a la altura de las expectativas de sus padres. Padres que, para mí, lo único que hacen es subestimar a sus hijas.
Pero parece que las cosas están cambiando. Hamdulillah. Hace poco me enteré de que
hay una marca, GoldieBlox, que ha pensado en todas esas niñas que odian los juguetes de
niñas. ¿NO ES GENIAL? Por fin, joder. Por fin alguien se acuerda de las que
odian jugar con Barbies. Muñecas asquerosas que lo único que consiguen es
atontar, con todas las letras, a las pequeñas. Y a las menos pequeñas también.
¿Por qué teníamos que jugar a vestir y desvestir a semejantes espantapájaros?
¿Por qué había que jugar con algo tan
sumamente aburrido existiendo LEGO, los coches teleridigidos y los monopatines? ¿Por qué las series y las películas fomentaban tanta tontería? Y lo que es más serio aún, ¿por
qué debíamos cambiar el pañal a los Nenucos y jugar después a las cocinitas?
En España las niñas todavía no son tan estúpidas, pero
cuando viví en Londres pude observar cómo muchas de ellas llegan a unos límites
que dan vergüenza ajena. Y miedo. Principalmente porque son sus queridos padres y amios
las que las animan a ser así. 'Aaaaawwww, you are sooooo cute, my dear!' Necesito vomitar. Niñas divinas vestidas de princesa para ir de excursión
con el cole, con la habitación
entera de rosa, con ropa rosa, bragas rosas, calcetines rosas, guantes rosas,
mochilas rosas, diademas rosas, pendientes rosas, bolis rosas, sillas rosas…
Con mil y una muñecas que no aportan nada, con carritos de bebé y todos sus
complementos, cajas de maquillaje, con zapatos de tacón, purpurina y coronas de plástico. Todo ello tremendamente hortera, porque los ingleses son horteras. Algunos
pensaréis que exagero, pero creedme cuando digo que lo pasaba mal al ver
ciertas cosas...
Puede que mi ‘rechazo’ venga de ahí, ya que nunca entendí esta educación que desde siempre se ha querido inculcar a nuestras peques en el Primer Mundo. Sé que más de una, por suerte, me acompaña en el sentimiento. Y es que ya está bien de PAVAS que quieren ser princesas y jóvenes con la creatividad a la altura de las expectativas de sus padres. Padres que, para mí, lo único que hacen es subestimar a sus hijas.
Ser princesa es un rollo, y si no que se lo pregunten a más
de una...
Estoy completamente de acuerdo con lo que has escrito.. es una pena.. lo único que me gustaría apuntar es que la culpa no la tienen las niñas, no es que ellas sean estúpidas.. es lo que ven cada día a su alrededor y la sociedad la que les incita a ser así. Es muy difícil salirse de los estereotipos, cuando es lo que ves todos los días en la tele, en el cole, en las revistas, etc.
ResponderEliminarYa para terminar, me gustaría compartir algo con vosotras y vosotros. El color rosa, antes de pasar a ser "el color de las niñas", era el color relacionado con la esclavitud. Para la reflexión.