Que la realidad supera a la ficción es más que evidente. Y a mí hay capítulos de la historia que me interesan realmente. Uno de ellos es, sin duda, el de la extraña pareja que todo el mundo cree conocer. Bin Laden, Estados Unidos. Estados Unidos, Bin Laden.
En 1979, las tropas Unión Soviética invadieron Afganistán, un país musulmán con un régimen pro-comunista. Ese hecho dio comienzo a un conflicto armado que duraría más de 9 años. El Gobierno soviético apoyaba al gobierno de Afganistán contra los muyahidines - los fundamentalistas islámicos - que eran apoyados por Estados Unidos, Arabia Saudí y Pakistán entre otros.
Miles de musulmanes fueron llamados a la llamada Guerra Santa para ayudar a sus hermanos en Afganistán. Por su parte, Estados Unidos poco tardó también en involucrarse enviando toda clase de ayuda y armas. En esa guerra para expulsar a infieles de suelo musulmán tanto Estados Unidos como Bin Laden y los suyos formaron parte del mismo bando. Aunque cada uno por razones diferentes, lógicamente. Pero ambos ansiaban el mismo fin: derrotar a los soviéticos.
Bin Laden, ya multimillonario en esa época gracias al apañao de su padre, proporcionó grandes ayudas humanitarias a los afganos damnificados, comprando alimentos y medicamentos, proporcionando maquinaria pesada de la empresa familiar, creando orfanatos... y construyendo centros de adiestramiento para formar a hombres. Musulmanes procedentes de Yemen, Libia, Bosnia, Chechenia... y que posteriormente se alistarían en su ejército. Así, consiguió convertirse en un héroe para la mayoría de los afganos, aunque sus ideas religiosas no eran demasiado bien aceptadas por el pueblo.
Ya en 1988, Bin Laden tenía una enorme base de datos con información sobre todos y cada uno de los hombres árabes que lucharon en Afganistán. Y es que ‘Al Qaeda’ significa precisamente eso, ‘La Base’. Hombres de los que Osama podría disponer en un futuro. Guerrilleros de la resistencia afgana entrenados y apoyados incondicionalmente por Estados Unidos, tanto económica como moralmente. País que colaboró fríamente en la creacción de un monstruo al que día a día alimentaba.
En 1989 los rusos se retiraron y eso supuso el principio del fin de la denominada Guerra Fría, conflicto entre los bloques oriental-comunista y occidental-capitalista. El hecho de que una de las grandes potencias mundiales se diera media vuelta dio a Osama y a los suyos una notoriedad aún mayor, a pesar de la cantidad de muyahidines que perecieron. Los afganos recuperaron su país, pero el precio a pagar fue muy alto.
Con apenas 31 años, Bin Laden era ya héroe para su familia, para los muyahidines, para el mundo islámico y para los saudíes, sus compatriotas. Tras lo ocurrido quiso volver a su tierra natal, pero su regreso no fue para nada como él esperaba...
Capítulo 2: No le hagas enfadar, que se pone muy nervioso.
En 1979, las tropas Unión Soviética invadieron Afganistán, un país musulmán con un régimen pro-comunista. Ese hecho dio comienzo a un conflicto armado que duraría más de 9 años. El Gobierno soviético apoyaba al gobierno de Afganistán contra los muyahidines - los fundamentalistas islámicos - que eran apoyados por Estados Unidos, Arabia Saudí y Pakistán entre otros.
Miles de musulmanes fueron llamados a la llamada Guerra Santa para ayudar a sus hermanos en Afganistán. Por su parte, Estados Unidos poco tardó también en involucrarse enviando toda clase de ayuda y armas. En esa guerra para expulsar a infieles de suelo musulmán tanto Estados Unidos como Bin Laden y los suyos formaron parte del mismo bando. Aunque cada uno por razones diferentes, lógicamente. Pero ambos ansiaban el mismo fin: derrotar a los soviéticos.
Bin Laden, ya multimillonario en esa época gracias al apañao de su padre, proporcionó grandes ayudas humanitarias a los afganos damnificados, comprando alimentos y medicamentos, proporcionando maquinaria pesada de la empresa familiar, creando orfanatos... y construyendo centros de adiestramiento para formar a hombres. Musulmanes procedentes de Yemen, Libia, Bosnia, Chechenia... y que posteriormente se alistarían en su ejército. Así, consiguió convertirse en un héroe para la mayoría de los afganos, aunque sus ideas religiosas no eran demasiado bien aceptadas por el pueblo. 
Ya en 1988, Bin Laden tenía una enorme base de datos con información sobre todos y cada uno de los hombres árabes que lucharon en Afganistán. Y es que ‘Al Qaeda’ significa precisamente eso, ‘La Base’. Hombres de los que Osama podría disponer en un futuro. Guerrilleros de la resistencia afgana entrenados y apoyados incondicionalmente por Estados Unidos, tanto económica como moralmente. País que colaboró fríamente en la creacción de un monstruo al que día a día alimentaba.
En 1989 los rusos se retiraron y eso supuso el principio del fin de la denominada Guerra Fría, conflicto entre los bloques oriental-comunista y occidental-capitalista. El hecho de que una de las grandes potencias mundiales se diera media vuelta dio a Osama y a los suyos una notoriedad aún mayor, a pesar de la cantidad de muyahidines que perecieron. Los afganos recuperaron su país, pero el precio a pagar fue muy alto.
Capítulo 2: No le hagas enfadar, que se pone muy nervioso.
me encantan estas historias
ResponderEliminarPor favor, un capítulo al día.
ResponderEliminarEs genial para olvidarse de los exámenes un ratillo.
UaO :O Molto benne socia
ResponderEliminarosama bin laden gran hombre cuando el estaba estados unidos ni israel dormian tranquilos por que siempre va ayudar a los pobres que necesitan ayuda apesar del deniro q teneia idico su vida contra los jodios y los americanos q estan solo mas que robando en los paises mulumanes entran a los paises cuando le enteresan ! muy buen capitulo
ResponderEliminarOle tus ovarios! con perdón...
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