17 de noviembre de 2015

SÍ ES ALGO PERSONAL

Mounir es un joven marroquí que entiende perfectamente español pero se expresa mejor en inglés. De hecho, lo hace tan bien que, con el mensaje que me ha enviado, me ha emocionado como hacía tiempo que no me emocionaba.

"Hola Carlota. Antes de nada quería agradecerte la enorme labor que haces con tu blog. Para mí ha sido un gran descubrimiento. Nunca había conocido antes a un extranjero que se acercara tanto y tan bien a la cultura y a las costumbres marroquíes, con la mente abierta y el alma libre de prejuicios. He visto turistas en Marruecos toda mi vida pero siempre tuve la sensación de que no conocían realmente el país porque lo miraban desde la distancia. Tu experiencia, por el contrario, es muy diferente. Con tu forma de escribir, que es de una calidad indiscutible, nos abres una ventana a tu corazón. No debe ser fácil mostrar tus sentimientos de forma tan clara, mucho menos aún cuando encima tienes que escuchar según qué cosas. Pero es el precio a pagar por ser diferente, por pensar de otra forma y por intentar ver y entender el mundo de otra manera. Muestras la cara más amable de Marruecos pero la cara más dura no te ciega. No pares, Carlota. Sigue adelante, vas por el buen camino. (...) He visto que hace ya tiempo que no actualizas la página y no sé cuáles son las razones por las que has dejado de escribir. Lo único que sé es que cada vez que leía algo de lo que ponías aprendía muchas cosas, sentía una energía muy positiva y confiaba en que la esperanza aún no está perdida. Como es lógico, no siempre estaba de acuerdo con tu opinión pero tus ideas nunca dejaron de darme luz. Respeto y admiro mucho tus experiencias. Siempre me ha encantado escuchar tu voz, especialmente en momentos delicados como los que estamos viviendo. No te imaginas la de cosas buenas que nos aportas a todos los que disfrutamos con tu trabajo. Sé que tratar con marroquíes a veces no es fácil. Tenemos nuestra propia mentalidad, nuestra propia concepción sobre lo que es el progreso, nuestra idea de cómo deberían ser las cosas. Sabes bien que tenemos una parte muy positiva pero también defectos horribles, además de múltiples contradicciones. Nuestras cicatrices y nuestros puntos débiles. Pero el mundo es un lugar complicado y a menudo nuestros sueños no se hacen realidad. Por eso, hay momentos en los que deberíamos amar a las personas por como son, no por lo que nos gustaría que fueran. Te escribo hoy para saber si estás bien, si todo va bien... Parece que has dejado de escribir pero es nuestra tarea - la de aquellos que creemos en tu trabajo - permanecer fieles a aquella persona que una vez nos hizo creer que otro mundo es posible. Cuídate mucho, Carlota. Te deseo de corazón todo lo mejor en tu vida personal y profesional. Tus ideas irán con nosotros aunque tú te hayas marchado. Un abrazo fuerte amiga!"


16 de noviembre de 2015

ANTES QUE PARISINOS, SOMOS HUMANOS

Imagínate que lo de París ocurriera en nuestro país cada día, cada varias horas, durante años. Para, para. Que sé que no te lo has imaginado en serio. Lo has oído tantas veces que ya ni lo escuchas. Ni quieres escucharlo. Va, imagínatelo. Imagínate vivir en primera persona esas imágenes cada día. Cada santo día en nuestras calles. Cada varias horas en nuestros barrios. Durante 5 años. Los mismos gritos, estampidas, tiros y cadáveres por la calle. Pero sin ambulancias ni hospitales a los que ir, porque ya no existen. Por error, también los bombardearon todos. La misma sangre derramada por todas partes, aunque algunos la vean diferente. ¿Has pensando ya en el olor? En el dolor no, eso es inimaginable. Imagina a tu madre ya casi sin pelo por la tensión, los nervios y el horror. Con problemas respiratorios severos. Y a tu hermana chirriando los dientes desde hace meses por el trauma provocado. Y a tu chica bajo los escombros. Completamente irreconocible. Porque no es tu chica, bobo. Son daños colaterales. Imagínate ahora que para huir de toda esa mierda tienes que negociar con mafiosos y pagarles miles de euros, sin que eso sea garantía de nada. ¿Te has imaginado ya tu vida con el.continuo sonido de misiles, explosiones y kalashnikovs? Imagínate que consigues el dinero y para llegar a algún destino mínimamente seguro tienes que montarte en barcas hinchables durante horas o días con tus pertenencias encima. Si es que aún te queda alguna. No se te olvide que hace años que no trabajas, que no tienes acceso a agua potable ni a alimentos. No hay agua. No hay pan. No hay. Que tus hijos nunca han ido al colegio y que tus hermanos han dejado de estudiar. ¿Qué va a ser de ellos? Imagínate que llegas a tierra y, tras saltar una valla con cuchillas, los policías - y los que no son policías - te reciben con palos, disparos y zancadillas. ¿Te has imaginado ya el frío en la noche y la lluvia empapándote continuamente sin tener ropa para cambiarte? Imagínate que consigues pasar todo eso y te acogen en un campo de refugiados. Rodeado de personas que, como mínimo, han pasado lo mismo que tú. Ancianos, discapacitados y gente mutilada también. Todos. ¿Te has parado a pensar en lo que deben pensar que es la vida esos niños que no conocen otra cosa? Imagina que llevas meses viviendo a la intemperie, esperando a que los que han provocado que tú estés donde estás decidan si podéis entrar 1000 o 1100 como tú. Imagina que una noche todo lo que tienes, que es nada, aparece calcinado por las llamas provocadas por personas a las que tu presencia parece amargarles la existencia, por ser un estorbo sin precedentes. ¿Lo has imaginado ya de verdad? Y ahora bien... ¿te parecería muy descabellado que algún compatriota tuyo fuera al país de alguno de los que han llevado a tu país a esa situación y cometiera una locura? De que para hacerlo utilice las mismas armas que le han vendido entre ataque y ataque los mismos que ahora no le dejan marcharse... de eso mejor ni hablamos porque lo explica todo. ¿Tan inesperado, descabellado, fuera de lugar y sorprendente os parece? ¿En serio? ¿Tanto? ¿TANTO? Y, después de todo, imagina que los vecinos del país que te acoge - esos que nunca tendrás - ondean la misma bandera que va sellada en los misiles que vuelven a caer en tu casa, en tu calle, en tu barrio. Otra vez. Otra puta vez. ¿Despertamos ya o hay que esperar a escuchar nuevas explosiones para hacerlo?

18 de octubre de 2015

RODA, RODA, RODA

Gente que se cruza en tu camino en el momento y en el lugar más inesperado. Gente con la que conectas desde el primer segundo. Gente con la que poder hablar de todo. Gente con la que compartir valores, ideas, sueños y formas de ver la vida. Gente con la que sabes que siempre puedes contar. Gente con la que reencontrarte una y mil veces. Gente con la que poder ser uno mismo. Gente humilde con personalidad e iniciativa. Gente legal, que vibra y pone el corazón en lo que hace. Gente que te hace la vida más fácil. Gente que da siempre soluciones, no problemas. Gente con la que nunca miras el reloj. Gente con la que recordar historias pasadas y organizar planes nuevos. Gente que siempre te lía. Gente con la que tener tantas cosas en común. Gente que parece que conoces desde siempre. Gente que te trata, te valora y te respeta más que nadie. Gente que te inspira demasiada confianza. Gente que te da sin esperar nada a cambio. Gente que te contagia su energía. Gente con la que no da miedo comprometerse a nada. Gente que razona con el corazón. Gente que apareció de repente. Y apareció para quedarse. Esta... esta es la gente que me da la vida.


¿A quién voy a dejarle mi suite matrimonial para dormir yo en el suelo? ¿Quién es capaz de pillarte en bragas, como quien dice, y conseguir que te tires en ala delta? ¿Con quién voy a dormir la noche antes de ir a Marruecos? ¿A quién le voy a hacer zumitos de naranja por la mañana? ¿Con qué gitana voy a hacer el macarra mejor que con ella? ¿Con quién voy a cantar temazos de los 90 a pleno pulmón? ¿Con quién me voy a ir a hacer el turco a Irlanda con nuestro acento francés de la Provenza? ¿CON QUIÉN SINO?


Y recordad siempre, si alguien te regala sushi por tu cumpleaños... eso es que, por fin, has encontrado a alguien que merece la pena. ¡Y esta rubia es de esas! ¡FELICES 25 PA' 26, SOCIA!

5 de octubre de 2015

¡OH, DIOS MÍO!

A veces parece inevitable que, como extranjeros, nos llame la atención la infinidad de expresiones y frases coloquiales en las que se recurre a Allah. Pero luego te paras a penar y... ¡ay, Dios mío! 


- Hasta mañana (si Dios quiere).
- A Dios rogando y con el mazo dando.
- Que baje Dios y lo vea.
- Dios te oiga.
- ¡Vaya usted con Dios!
- A la buena de Dios.
- Dios castiga y no da voces.
- ¡Por el amor de Dios!
- Armar la de Dios es Cristo.
- Dios no lo quiera.
- Estar como Dios.
- Dios aprieta pero no ahoga.
- Aquí no hay ni Dios.
- ¡Dios me libre!
- A quien madruga Dios le ayuda.
- Dios los cría y ellos se juntan.
- Dios da pan a quien no tiene dientes.
- ¡Por Dios!
- Todo Dios. Y todo Cristo.
- Dios dirá.
- ¡Oh, Dios!
- Que Dios nos pille confesados.
- Como Dios te trajo al mundo.
- ¡Bendito sea Dios!
- No hay Dios que...
- ¡Por el amor de Dios!
- ¡Por Dios Santo!
- Como Dios manda.
- Dios me perdone.
- ¡Sabe Dios!
- Que Dios te lo pague.
- ¡Madre de Dios!
- Y que sea lo que Dios quiera.

4 de octubre de 2015

LAS PARTES ÍNTIMAS

Por fin alguien es capaz de expresar con palabras lo que desde hace años quería explicar y no sabía cómo. El rechazo absoluto que me provoca ver en Marruecos a hombres sentados en sus sillas del bar, tomando su café y su cigarro, charlando de risas con sus amigotes mientras otra persona le limpia los zapatos, es inexplicable. Unos hombres a los que sólo me saldría decirles: '¿Quién os creéis que sois?' No sé porqué, pero os prometo que ante situaciones así no soy capaz ni de mirar. Es tal la vergüenza que siento que nunca encontré la forma de manifestarlo correctamente. Menos mal que Juan José Millás lo hace por mí.


[No sé si este oficio, el de limpiabotas, debería estar prohibido, pero se debería multar a los clientes o gravarles el capricho con un impuesto especial, como ya se hace con la cultura, que es una peste. Lo jodido de este trabajo es lo que simboliza. De entrada, exige que alguien se arrodille públicamente ante un igual al tiempo que inclina la cabeza sobre sus pies, lo que, querámoslo o no, parece una muestra de subordinación excesiva. Los papas venían haciéndolo en Viernes Santo, creo, para hacerse perdonar la buena vida que llevaban el resto del año. Se trata también de una práctica de burdel, cuando el cliente juega a dominar o a ser dominado. El beso en los pies, incluso si están limpios, representa una entrega humillante que quizá perviva todavía en organizaciones sociales primitivas. En España desaparecieron los limpiabotas con la democracia, pero la crisis política los ha vuelto a traer. Si te fijas no es mucha la gente que se atreve a utilizar sus servicios. Por vergüenza, cabe pensar. Pocos espectáculos son tan groseros como el del tipo gordo (o delgado) que se fuma un puro mientras sacan brillo a sus botas. Hay algo de perversión sexual en esa escena. O la fotografía en blanco y negro está tomada en Nueva York en 1954. Anteayer, como el que dice. He ahí un blanquito ejercitándose en labores venéreas. No tenemos ni idea de qué ha sido de él, pero con esa educación pudo llegar a cualquier sitio. Tampoco tenemos ni idea de qué fue del negrito, pero a quién le importa. En fin, que los zapatos, como las partes íntimas del cuerpo, se las debe limpiar uno mismo.]

http://elpais.com/elpais/2015/09/29/eps/1443542191_883082.html?id_externo_rsoc=FB_CM

1 de octubre de 2015

ARROZ CON POLLO AL CURRY

Por si acaso alguno se quedo con hambre con la receta del último día, ¡hoy os traigo una nueva! Una vez más de la mano de Ihsan... ¡ARROZ CON POLLO AL CURRY! Para chuparse los dedos, os lo aseguro.

Ingredientes:

- Pechugas de pollo cortadas en pinchos
- 200 ml Nata para cocinar
- 3 cucharadas de salsa de tomate
- 1 cucharada de curry
- Una pizca de comino
- Pimienta y sal
- Perejil seco
- Arroz basmati o arroz largo 
- Aceite de oliva o mantequilla



Elaboración:

Paso 1: Hervir el arroz, con una pizca de sal y una cuchara de aceite de oliva o mantequilla.

Paso 2: Saltear los pinchos en una sartén con aceite y una pizca de sal.

Paso 3: En una sartén o un cazo, echamos la salsa de tomate, la nata liquida, y las especies. Dejamos que se cocinen a medida que vayamos mezclando los ingredientes para conseguir una crema.

Paso 4: Cuando obtengamos una mezcla cremosa, añadimos los pinchos y los dejamos a fuego lento durante unos 5 minutos para que se mezclen bien en la salsa.

¡Y listo para comer¡ :D


¿Sabes alguna receta fácil, rápida y riquísima? ¡Envíamela a noesnadapersonal7@gmail.com y así lo compartirás con todos nosotros! ¡Ayúdanos a comer caliente a los que vivimos lejos de casa! :)

28 de septiembre de 2015

ARROZ CON FRUTOS SECOS

¡Ya iba siendo hora de actualizar esta sección de recetas! ¡Y qué mejor manera de hacerlo que con una fácil, rápida y exquisita de la mano de la grandísima chef Ihsan! :D



ARROZ CON FRUTOS SECOS

Ingredientes:

- Arroz basmati o arroz largo
- Pasas sultanas
- Pasas claras
- Almendras
- Cebolla picada
- Zanahoria rallada
- Canela
- Sal y pimienta 
- Aceite de oliva 
- Tomillo y laurel

Elaboración:

1. Hervimos el arroz con el tomillo, laurel, sal y una cucharada de aceite de oliva. 
2. Sofreímos la cebolla picada con la zanahoria rallada, echando una pizca de sal. 
3. Remojamos las pasas en agua para que cojan volumen. 
4. Cuando esté pocha la cebolla echamos las pasas y el arroz. Una vez cocinado, añadimos una cucharada de canela y la pimienta. 
5- Freímos las almendras y las echamos.

¡Y listo para comer! ¡Sale buenísimo! :D


Si queréis seguir a Ihsan y a sus estupendas recetas aquí os dejo su página... ¡para que no dejéis de cocinar maravillas! https://www.facebook.com/Ihsan-Cooking-1465165670396553/timeline/

16 de julio de 2015

COMO DICEN ELLOS, SUBHANALLAH

He pasado más años de mi vida en un colegio de monjas que fuera de él. Y en todo ese tiempo jamás imaginé que algún día podría llegar a sentir lo que sentí la primera vez que vi esto en Marruecos. Creo que hasta ese momento no sabía realmente lo que era eso del misticismo. Al ver a miles y miles de musulmanes una noche de Ramadán tan juntos, tan ordenados, tan concentrados, tan relajados, tan en paz y tan limpios (en el sentido más profundo de la palabra) por primera vez en mi vida sentí ese "estado de perfección religiosa que consiste en la unión o el contacto del alma con la divinidad". La noche y la llamada a la oración. Taraweeh, el rezo nocturno del mes sagrado, es sencillamente impresionante. Un ambiente y una magia que hacen dudar hasta al más ateo. Esas voces desde las distintas mezquitas lo envuelven todo y tú te quedas sin palabras. Una sensación única, una emoción que te recorre todo el cuerpo para ponerte los pelos de punta. Una paz que te revuelve, una guerra que te tranquiliza. Una rutina que para el tiempo, un momento especial que deja a un lado todos los problemas. Es algo que no se puede describir con palabras. Hay que estar allí para entenderlo, para sentirlo, para saber de qué va esto. Tan cerca de casa y a la vez tan lejos...

Como dicen ellos, SubhanAllah.

10 de julio de 2015

EL DÍA QUE MARRUECOS ME QUITÓ DE GOLPE LOS PREJUICIOS QUE NO SABÍA QUE TENÍA

Agosto de 2010. Antes de viajar con dos amigas por primera vez a Marruecos ese mismo Septiembre yo estaba pasando unos días en Granada. Hasta ese momento nunca había estado en contacto con gente marroquí y ese verano conocí a varios. Casualmente, uno de ellos era de Fez y esa era precisamente la ciudad a la que volaríamos. Aunque le conocía de menos de un día, me dijo que teníamos que quedar su familia. Que ellos nos enseñarían la ciudad y nos cuidarían bien. Ahora le hubiera hecho caso sin pensármelo dos veces, pero en ese momento – sin conocer de nada el país, ni la gente, ni la cultura – no sé porqué me fié de él. El caso es que lo hice y mi vida, y la de mis amigas, cambió por completo.

Habíamos quedado a las 6 de la tarde con su sobrino de Bab Boujloud, la principal puerta de acceso a la medina de Fez. No sabíamos nada de árabe marroquí pero él vivía en España así que, en principio, no íbamos a tener ningún problema para entendernos. Con puntualidad inglesa estuvimos en el lugar que se nos dijo pero, cuando ya habían pasado 20 minutos, allí no había nadie que pareciera ser el chico con el que habíamos quedado. A día de hoy, conociendo la nula puntualidad marroquí, quizá me hubiera parecido normal. Pero aquel día me empezó a oler raro. Llamamos a un móvil que nos habían dado y lo cogió una chica. ¿No era un chico con el que habíamos quedado? ¿De quién era ese móvil? Ni que decir tiene que no pudimos entender ni lo más mínimo lo que aquella joven nos quería decir. Una joven que, por cierto, no dejaba de reírse con otra chica que estaba con ella. Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta. Nos han vacilado, ¿quién coño iba a venir aquí sin conocernos de nada a enseñarnos su ciudad? ¡Qué tontas!


Nos fuimos a dar un paseo por la medina, como si allí no hubiera pasado nada, y al cabo de una hora aproximadamente sonó mi teléfono. Una medina que, dicho sea de paso, impone un respeto que jamás he sentido en ningún otro lugar. ¿Dónde estáis? ¡Eso mismo nos preguntábamos nosotras hace un rato! Habíamos quedado hace más de una hora pero como no aparecías nos hemos ido. Fue exactamente en ese momento cuando nos dimos cuenta de que desde que llegamos a Marruecos habíamos estado viviendo en una hora que no era. Fue en ese instante cuando entendimos que los relojes marcando una hora que no es y la eterna discusión de ¿qué hora necesitas saber? ¿la nueva o la vida? genera muchos contratiempos. ¡Si son ahora las 6!, nos dijo el chico. ¡Venid para acá que os espero!

Llegamos y allí estaba él; con dos niños y una mujer que le acompañaban. Una mujer que resultó ser su madre, la misma que nos había cogido el móvil hacía un rato mientras él estaba en la mezquita y con la que no hubo manera de hacernos entender. Después de las presentaciones y de preguntarnos que si queríamos ver algo en especial, nos volvimos a adentrar en la impresionante medina. Mientras los críos caminaban cogidos de los hombros, no dejaban de mirarnos, reírse y hablar en bajito entre ellos, la mujer nos llevaba del brazo y el joven – con el único que se supone que podíamos hablar – iba unos metros por delante de nosotras. ¿Por qué no nos habla y va por delante él solo todo el rato? ¿Qué están tramando estos críos? ¿Quién es esta mujer y por qué viene también con nosotros? Si sólo hemos quedado con él, ¿por qué somos 7 en total?



Tras un largo y caluroso paseo por los cientos de callejuelas, nos invitaron a entrar en una tienda muy oscura en la hacía un fresquito que todas agradecimos. Era un local enorme, con forma redonda y el techo muy alto, con decenas de mochilas, espejos, alfombras y demás objetos colgados por todas partes. Dentro había unos 5 comerciantes que nos invitaban a mirar sin prisa todo lo que allí tenían. Todo el mundo hablaba, como si se conocieran de toda la vida, y nosotras no entendíamos nada. No sabíamos de qué iba la copla y aquello ya no inspiraba confianza. Aunque todas teníamos ganas de llevarnos recuerdos de Marruecos, a ninguna le salió poderse a mirar nada. No era el momento, pensamos. Tras un rato allí el joven nos indicó que le siguiéramos, hacia la parte trasera de la tienda. ¿Pero, joder, a dónde vamos? ¿Qué narices vamos a ver en un almacén de una tienda de esta laberíntica medina de a la que – después de tantas callejuelas – no sabríamos volver a llegar en la vida?

Abrió una puerta verde y había unas escaleras muy estrechas y muy altas por las que no podían subir juntas dos personas a la vez. Primero subió el joven, después una de mis amigas y detrás de mí, los demás. En ese momento empecé a mosquearme seriamente y aquello ya no me daba buena espina. Sentí que realmente nos podía pasar algo sin que nadie se enterara de nada y, si así fuera, yo iba a ser la única responsable. Estábamos allí por mi culpa y mi preocupación crecía por momentos. O por peldaños, mejor dicho ¿A dónde nos llevan? No quería que cundiera el pánico entre mis amigas y, por si acaso era yo la única que se estaba poniéndo nerviosa, me limité a bajar la cabeza y subir escaleras. Pero no, no era la única. Mi amiga, la que iba por delante de mí, se giró y – aunque no dijo nada – pude leer en su cara perfectamente lo que me quiso decir. Tía… ¿qué cojones hacemos? Yo tampoco supe que decir y a mi cara de ahora ya nada sólo me quedó añadir un gesto con la mano que mi amiga entendió rápido. Tira, tira p'arriba.



No sé cuántas escaleras subimos, pero a mí se me hicieron eternas. Me dio tiempo a pensar en todas las advertencias que nos había hecho todo hijo de vecino. (¿Cómo vais a ir solas a Marruecos?, ¡os va a pasar algo!, tened cuidado dónde os metéis, no vayáis con gente desconocida…) De hecho, me dio tiempo a imaginarme el titular que darían en Antena 3, después de hablar del atentado islamista de turno y antes de mencionar a las niñas inglesas secuestradas para la yihad. “Tres españolas desaparecen en Marruecos por su imprudencia y a esta hora aún siguen en paradero desconocido”.

Por fin llegamos a la azotea del edificio y, malditas seamos, estábamos ante unas vistas impresionantes. Habíamos comentado entre nosotras que sería genial poder ver esas curtidurías de las que todo el mundo hablaba y allí estábamos. Delante de ellas, como si nos hubieran echado un merecido jarro de agua fría a cada una más que bien merecido, por tontas, y con el pequeño de ojazos negros diciéndonos: ¡Mucho bueno! Yek? ¡Tan bueno el sitio y tan imbéciles nosotras! Empezaba a atardecer y, por aquella época, además era Ramadán. Nos dijeron que nos iríamos con ellos a su casa, a romper el ayuno. Con bastante mierda aún en la cabeza pensamos: si realmente nos hubieran querido hacer algo ya han tenido oportunidad y no lo han hecho... así que vamos con ellos.



Y cuando ya estábamos rumbo al humilde barrio de Fez que estábamos a punto de conocer me llamaron al móvil. ¿Qué? ¿Cómo os está cuidando mi familia? Supongo que fue una mezcla de tensión, rabia y nervios acumulados pero nada más escuchar esa pregunta del chico que había conocido en Granada se me hizo un nudo el la garganta y sólo pude pasar el móvil a mi amiga para que hablara ella. La emoción no me dejó decir nada. Con sólo 20 añitos, me sentía asquerosamente mal, tremendamente culpable y profundamente gilipollas. Si no me habían dado motivos para hacerlo, ¿por qué había dudado de gente que no me ha hecho nada? ¿Porque han nacido en Marruecos? ¿Por qué nos iban a hacer algo malo? ¿Porque creen en un Dios al que llaman Allah? ¿Por qué se iban a querer aprovechar de nosotras? ¿Por ser marroquíes? ¿Por qué nos hemos fiado de todo lo que habíamos visto y oído en televisión y no nos estábamos fiando de lo que estábamos viviendo? ¿Quién nos creemos que somos para que el mundo gire en torno a nosotros?

Llegamos al barrio, todos en el mismo taxi, y aquella familia de la que habíamos desconfiado hasta el punto de creer que si hubieran querido nos habrían hecho desaparecer del mapa sin dejar ni rastro (como si todos los árabes fueran delincuentes en potencia sólo por el hecho de ser árabes), nos llevó a su casa en la que todos nos esperaban para cenar. Amigos, familiares, vecinos… ¡todos querían vernos! ¡A nosotras! ¡Las que habíamos sospechado hasta del que nos quería vender un imán para el frigorífico! Las mismas que, como diría Carmen, lo único que nos merecíamos era una patada en la boca. Una patada que no hizo falta que nos diera nadie, ya se encargó la vida de hacerlo. Y allí estábamos nosotras; sin poder articular palabra, sin saber bien cómo asimilar todas las sensaciones que habíamos tenido desde que habíamos pisado Marruecos - un país que conocíamos desde hacía menos de dos días - y desmontando por segundos decenas de mitos absurdos y verdades a medias que nos habían contado y que, sin ser conscientes de ello, nos habían estado comiendo la cabeza. ¡Y de qué manera!



Tras un día intenso en el que pasamos de sentirnos en el culo del mundo a sentirnos en casa y después de haber cenado tres veces (siguiendo esa ley marroquí no escrita que dice que tienes que comer en todas y cada una de las casas que visitas si quieres que, tarde o temprano, te dejen salir de allí), aquella noche me acosté agotada, pensando en la famosa frase de la película Mi nombre es Khan, “gente buena y gente mala, esa es la única diferencia”. Una frase que afortunadamente, desde entonces, ya nunca he olvidado. Una frase que aprendí de sopetón, de quién menos me lo imaginaba y cuando menos me lo esperaba, y que me hizo ver que todo lo que había aprendido hasta ese momento era mentira. Mentira.

Siempre digo que mi primer viaje a Marruecos me cambió la vida pero, para ser más exactos, fueron las primeras horas en el país las que ya me sacudieron por completo.

21 de junio de 2015

LA GENTE ME MIRABA Y LAS PIERNAS ME TEMBLABAN

A estas horas en las que sólo se escucha el ruido de la nevera y el eco de tus buenas noches. A estas horas pienso en momentos así. La gente me miraba y las piernas me temblaban. Nunca lo olvidaré. No era la primera vez que me dejaban un micro pero era la primera vez que lo cogía para hablar de mí. Allí era una más, pero me sentía especial. Las tenía delante, a ellas cuatro. A las mejores managers que nunca tendré. La gente me miraba y las piernas me temblaban. Empecé a poner voz a lo que hacía ya años había escrito con el corazón y, como era de esperar, el nudo en la garganta no cesó. Compartí con desconocidos sentimientos y experiencias que casi nunca comparto con conocidos. Hasta en tres ocasiones tuve que parar de hablar para respetar los aplausos que jamás imaginé escuchar. Recibí abrazos y palabras tan sinceras que aún no las he sabido asimilar. A ella la tengo grabada. A esa mujer que se levantó mientras yo hablaba y que ya no se volvió a sentar. Su sonrisa, su mano en el corazón. Sus besos en el aire, su mirada de ilusión. Su honesto agradecimiento y sus gestos de pasión. Una mujer emocionada con mis palabras, como tantas otras de las que me miraban. Me miraban. Y las piernas me temblaban. ¿Y sabéis qué? Ojalá no dejen de temblarme nunca. Si ellas tiemblan, el corazón arde. Y hay fuegos que no deben ser apagados. Jamás.



La asociación Asociación Intercultural Ibn Rochd me hizo un homenaje en Terrasa y sólo supe leer esto:

http://notelotomescomoalgopersonal.blogspot.com.es/2011/11/cosas-que-he-aprendido-en-marruecos.html

12 de junio de 2015

EL SOL ESTÁ EN TI

La vida es más grande que todo aquello en lo que creemos. La vida me ha dicho: "Levántate rápidamente cuando el mundo te ponga la zancadilla. No alimentes el odio o éste acabará por comerte. Cultívate porque si el mal habita en ti te convertirás en lo mismo contra lo que luchas. La felicidad depende de tu mirada. No juzgues, evita los tópicos. No banalices jamás, todo es único, medítalo. Y si no sabes dónde ir recógelo todo, el cielo te guiará. Aprender a dar es no esperar jamás nada a cambio. Nunca es demasiado tarde si te has dado cuenta de que vas por mal camino. Escucha a tu intuición, ella te une a ti mismo, te libera. No tengas miedo a tropezar, los errores te hacen crecer y hay que atreverse a sentirse pleno. Ya que eres tú el que va a decidir el rumbo de su destino déjate llevar, resiste. Sólo el amor puede curar y eso ninguna persona te lo podrá quitar. Domina tu mente, ¿no te das cuenta de que tu alma no se vende? Ama todo lo que vive y todo lo que vive te recompensará. Cree en ti, nada es imposible. Huye del orgullo, en él todos los corazones se agotan. Permanece íntegra, hija de la Tierra, aún cuando toda la multitud aplauda la mentira. Habla con sinceridad, como si con las palabras quisieras expresarlo todo. Si no abres tu corazón... ¿cómo entrará en él la luz? Permanece fiel a tus convicciones, ama sin condiciones. Hazte las preguntas correctas, sólo tú conoces tus sueños. Presérvalos como si revelarlos fuese igual que perderlos. No te aferres a nada, aquí abajo todo es efímero. Mantente cerca de tu corazón, incluso si tienes que cruzar tinieblas. Tú portas el secreto de lo que está por venir. El Sol está en ti y todo gira alrededor de él. Jamás alrededor del ombligo del hombre."

Keny Arkana.


NO ENTIENDO LA VIDA SIN FUEGO INTERIOR

"No conozco la vida sin fuego interior. Me llevo mis luchas y lo puesto. Me llevo los sueños de un mundo mejor, mis ilusiones, mis nuevos proyectos. Me llevo mis razones, mis fuerzas y mis anhelos. Me llevo mis causas, mis certezas y mis desapegos. Me llevo mi futuro, mis nuevos comienzos, mi utopía, mi familia existente y por crear, mi amor a la soledad y a la independencia emocional, física y financiera, me llevo mis pasiones y mis manías. Me llevo mi sonrisa sincera y mi brillo en los ojos, el que perdí sin querer en algún momento de la travesía. También me llevo mi estallido de carcajadas inoportunas, mis rebeldías y mi particular forma de no respetar las normas y los convencionalismos, aquella que decías que tenía mi espíritu y por la que tanto confesabas morir de amor. Todo eso también me lo llevo. Me llevo mi pasión por encontrar inspiración en las cosas más insignificantes, que para mí siempre fueron las más extraordinarias. Me llevo mis triunfos, mis ambiciones y mis metas. Me llevo mis caídas de pie, mi dignidad, mi fe y mi futuro por conquistar." - Wadi N-Daghestani

Por eso me fui de Londres.
Por eso me fui a Marruecos.


10 de junio de 2015

VIAJE AL SÁHARA EN SEPTIEMBRE

Mi amiga Alicia vive en Khamlia (Marruecos) desde hace varios años y es una de las mías, una enamorada del país hasta la médula. Con esfuerzo y mucha ilusión ha hecho de su pasión su profesión y nos tiene preparado - junto a su equipo de Tours por Marruecos - un viaje irrepetible con el que conoceremos muy de cerca algunas de las joyas del país. ¡¡Yo voy de cabeza!! ¿Y tú?

¡Del 5 al 11 de Septiembre esperamos compartir contigo noches bajo las estrellas, paseos entre dunas, tardes de té y tambores, talleres de henna, desayunos y cenas marroquíes, visitas a familias nómadas bereberes, amaneceres y paisajes espectaculares! Respetando, aprendiendo y creciendo con el país que nos acoge. Salidas desde Fez y desde Marrakech, lo que te venga mejor. ¿Qué? ¿TE VIENES CON NOSOTRAS?



Aquí tenéis toda la información sobre el viaje:
http://tourpormarruecos.com/viajes-en-oferta/viajes-en-oferta-rutas-para-compartir/

Cualquier duda o cualquier pregunta no dudéis en escribirme a mí o enviarle un email a tourpormarruecos@hotmail.com.

Además, entre todos los que os apuntéis, sortearemos un libro de "Apuntes de dariya marroquí para principiantes" o un libro de "De Marruecos al cielo"... ¡para que los podáis disfrutar in situ, que es como mejor se disfrutan estas cosas! :D

¡ESTO VA A SER GRANDE!

¿Me ayudas a compartirlo? :)

6 de junio de 2015

MARRUECOS NO SE PARECE A NADA QUE HAYAS VISTO ANTES

Ella es Julia, una maña enamorada de África a la que el trabajo ha llevado a Rabat.

"Esta semana cumplo 2 meses en Marruecos y, como ya empieza a ser habitual, hago un balance de primeras impresiones. Lo primero que este lugar me ha aportado es un golpe de humildad. Porque no todos los comienzos son fáciles y probablemente en mis anteriores comienzos (Bristol, Madrid, Lagos...) había tenido demasiada suerte. Marruecos no se parece a nada que hubiera visto antes, porque ni es Europa ni es África Subsahariana. Tene su propia personalidad y su propia casuística, pero eso a su vez lo hace un lugar mucho más rico.



Este es un lugar que tiene mucho que ofrecer y más te ofrece conforme te vas quitando los prejuicios de los ojos. Es un país que te devuelve lo que traes. Si vienes con odio y los tratas mal, lo olerán y te tratarán mal. Si vienes con respeto y a escucharles, te sorprenderás de la cantidad de cosas buenas que puedes obtener. La gente es sencilla, tremendamente cálida y más parecida a los españoles de lo que nunca me hubiera imaginado. Aunque Rabat mire al Atlántico, el carácter mediterráneo con el que tanto nos identificamos los españoles está impregnado en su cultura. Siento un poco de vergüenza que estando tan cerca supiera tan poco de este país. Es impresionante la cantidad de ideas erróneas que tenemos sobre esta zona del mundo. 

Marruecos es cercanía, contrastes, cultura, encanto, color, luz, diversidad y también un poquito de caos, aunque ordenado a su manera. Puedo palpar este “algo” de “país emergente” que tanto me gusta. Se huele ese “ir hacia delante”, el optimismo, las oportunidades, el progreso que llega poco a poco (aunque desgraciadamente no a todos), los cambios y la evolución; en contraposición con el pesimismo y el estancamiento de la sociedad europea.


Sin embargo, creo que no cuento nada nuevo si hablo de la cantidad de facetas de esta sociedad en la que está podrida, empezando y acabando por lo que supone ser mujer en este país. Pero creo a pesar de todo, merece la pena ir más allá de polémicas mediáticas e interesadas y descubrir todo lo que podemos aprender de un lugar como este."


Si quieres que tu historia también aparezca por aquí sólo tienes que pedirlo. Ponte en contacto conmigo e intentemos entre todos, desde nuestra experiencia personal, transmitir la realidad, buena y menos buena, de Marruecos.

4 de junio de 2015

NO ES FÁCIL SER MARRUECOS

No es fácil ser Marruecos, definitivamente no lo es. Supongo que los que adoramos de verdad al país por lo que es y por lo que puede llegar a ser, y no por lo que tiene y por lo que puede llegar a tener, sabemos bien que de alguna forma es un país que vive anestesiado. Y no es fácil vivir así...

No es fácil ser la puerta de África y de Europa.
No es fácil ser el puente entre ambos continentes.
No es fácil ser zona de paso.
No es fácil escuchar a tu vecino hablar siempre mal de ti, sobre todo cuando no te conoce.
No es fácil ser quien eres cuando toda la vida te han dicho que no está bien ser así.
No es fácil tener casi una tercio de población analfabeta y que desde fuera se te recrimine que no luchas por tus derechos.
No es fácil tener la autoestima alta cuando cualquier cosa que hagas es cuestionada por unos ojos que no ven tu realidad.
No es fácil compaginar tu deseo de acoger diariamente a turistas con tu deseo de no perder tu forma de vivir y de entender la vida.
No es fácil levantarse cada día sabiendo que tienes que agradecerle al que te ha robado la bici nueva que éste te regale una de segunda mano.
No es fácil ser crítico cuando criticar puede tener demasiadas consecuencias.
No es fácil ser libre, ni parecerlo, cuando el miedo y la resignación van de la mano.
No es fácil entender y asimilar que millones de tus ciudadanos no sientan la bandera.
No es fácil ser hogar de varias razas, cada una de ellas con su tradición, su cultura y su idioma.
No es fácil saber que no puedes confiar ni en el médico ni en el policía.
No es fácil matarte a trabajar para vivir con lo justo.
No es fácil tener un rey al que gran parte de la población considera demasiado blando para lo que era su padre mientras otra parte le considera, como mínimo, un dictador.
No es fácil que te vendan democracia y sólo te permitan comprar dictadura.
No es fácil ver cÓmo tus hermanos mueren por causas que se pueden evitar mientras tus dirigentes despilfarran cientos de millones de euros en actividades absurdas e innecesarias.
No es fácil vivir sabiendo que debes cumplir unas normas más divinas que humanas.
No es fácil ser el más rico de los pobres y el más pobre de los ricos.
No es fácil ser el más devoto de los menos devotos y el menos devoto de los más devotos.
No es fácil ser un país que provoca que millones de sus habitantes emigren.
No es fácil ser Marruecos.


25 de mayo de 2015

AIN NOKBI, FEZ

En ningún barrio la vida me ha dado tanto.
En ningún barrio me hice tantas preguntas.
En ningún barrio encontré tantas respuestas.
En ningún barrio me sentí tan vulnerable y, a la vez, tan protegida.
En ningún barrio dejé lágrimas tan sinceras.
En ningún barrio recogí sonrisas tan reales.
En ningún barrio tuve los sentimientos tan a flor de piel.
En ningún barrio aprendí más sobre mí misma.
En ningún barrio des-aprendí tanto.
En ningún barrio (con)viví tan de cerca con la cara más cruda de Marruecos.
En ningún barrio fui tan consciente de la realidad.
En ningún barrio abrí tanto los ojos que necesité cerrarlos para entenderlo.
En ningún barrio supe mejor lo que es la dignidad.
En ningún barrio la llamada a la oración en mitad de la noche me hizo estremecer igual.
En ningún barrio se me encoge tanto el corazón.

Nada lo llevo grabado tan a fuego.
A menudo no soy yo la que habla, es Ain Nokbi.

Fez, Marruecos.


22 de mayo de 2015

EL ANILLO DE BODA COMO GUARDAESPALDAS

Si hasta en páginas sobre Marruecos con cierta reputación, en uno de sus consejos principales a tener en cuenta para viajar al país, "se recomienda a las mujeres llevar una alianza para evitar ser importunadas por hombres"... ¿cómo no va a tener la gente una mala imagen del país? Qué horror, qué vergüenza y qué pena. De verdad, qué pena.

"Hace algunos años ya, mientras unos amigos se preparaban para viajar a Marruecos, tuve la oportunidad de leer los consejos de su guía de viajes. ¡¡Horror!! recomendaba a las mujeres llevar una alianza para evitar ser importunadas por hombres. Así de simple… sin más explicaciones. Como si el oficio de los hombres fuera importunar a la mujer soltera. ¿A qué se referían con importunar? ¿Y cómo te protege un anillo? ¿Es que las cosas malas sólo le pasan a las que están solteras? ¿Es que un criminal va a preguntarte si estás casada antes de perpetrar el crimen? ¿Acaso le importa? 
Un anillo no es un talismán, no es tu guardaespaldas y a no ser que tenga un estilillo heavy con algún pincho con el que puedas dejar K.O. a alguien con un derechazo… no tiene mayor utilidad para evitar ser importunadas por otro ser humano. (A parte, mi recomendación es no llevar nunca joyas de valor, pues te pondrás tú misma en el blanco de los posibles ladrones. Y un anillo de compromiso o de boda creíble tiene que tener cierto empaque ¿no?). La situación más común en la que podemos usar un anillo como excusa en occidente sería al enfrentarnos a un pretendiente espontáneo en un bar de copas, pero en Marruecos nada es como nosotros esperamos. 
Situación X: quitarte de encima al hombre que viene a ligar contigo con nocturnidad y alevosía enseñándole un anillo. Sí, en España a veces funciona en un bar cualquiera (lo que no entiendo es por qué decimos que tenemos novio/marido en vez de decir -no me interesas- que es la realidad…), pero también funcionaría insultarle y escupirle a la cara o actuar como una esquizofrénica. 
- Si te mueves en el ambiente turístico de la jet-set, tendrás las mismas complicaciones que en Europa. La mayoría de las discotecas de moda están dentro de los hoteles de lujo, así que lo más seguro es que te cruces con europeos y/o árabes que conocen muy bien la cultura europea, estás jugando en casa. 
- Si estás en una cafetería/terraza frecuentada por locales, lo más seguro es que no se acerque ningún hombre a ligar contigo, aunque te miren de reojo (y de frente). Si se te acerca alguno no pasa nada por darle una conversación educada (si te apetece) y si fuera necesario darle a entender que no estás buscando ningún tipo de relación. También puedes decir que lo sientes pero estás esperando a alguien y quitártelo de encima rápidamente. Seguro que te sorprenderá la educación con la que se dirigen a ti. 

Si en las situaciones anteriores sacas tu anillo a la defensiva y dices que estás casada, no te va a creer ni el Tato y vas a quedar de pena, seguramente se echarán unas risas a tu costa. Puede que de verdad lo estés, pero para un marroquí ver a una mujer casada, viajando sin su marido, en una discoteca, bebiendo cubatas… pues ya te imaginas tú misma qué clase de mujer casada se están pensando que eres. Lo que demuestra es que estás muerta de miedo, desvelando tú misma que eres una presa fácil a un posible depredador. Si quieres llevar un anillo y decirle a todo el mundo que estás casada… sé discreta y mantén la calma, déjalo entrever en la conversación. El mensaje subliminal de estar casada parece ser; hay alguien que vela o se preocupa por mí, ándate con cuidado conmigo. Si eso fuera cierto, tú tendrías que estar bien relajada. 
Por otro lado existen muchos jóvenes que hablan hasta por los codos, cándidos y simpáticos, puedes pasar un rato muy agradable con ellos. Hay mucha buena gente y es una alegría coincidir con alguna en un bus de 5h atravesando el país. Sería una pena que te negaras la oportunidad de no aburrirte enseñándole un anillo de compromiso como una tonta, porque como todo el mundo sabe, las mujeres casadas no hablan… 
Es difícil adivinar las intenciones de los hombres en una cultura diferente a la nuestra. La mayoría se contentará con charlar con una extranjera, otros querrán algo más… existen todos los tipos de persona que ya conoces, pero sus costumbres y su lenguaje corporal son diferentes. Aun así, salir airosa de la prueba es muy fácil, no aceptes nada que te sea incómodo o que no te dé buen rollo. Si no te fías, deja entrever a tu interlocutor que alguien sabe dónde estás (tus familiares por ejemplo, no hace falta que sea tu marido ficticio…) y que no estás sola. En cualquier caso si una situación no te gusta aléjate sin prisa, pero sin pausa y si tienes tiempo de hacer amistades, pide que te expliquen la complejidad del ligoteo marroquí."

Artículo original:
https://nomoretravelguides.wordpress.com/2015/01/12/mujeres-en-marruecos-llevar-alianza/ 

6 de mayo de 2015

LA NECESIDAD DE PENSAR(NOS) DE OTRA MANERA

Ella es Elena, una joven catalana enamorada de Marruecos desde hace ya tres años. Puestos a confesar, una de las mejores personas que me ha dado este blog.


"La necesidad de viajar, conocer nuevos lugares y culturas diferentes, siempre ha estado presente. Ese wanderlust que muchas y muchos tenemos y que muy pocas veces nos atrevemos a dejar fluir. Mi mochila ha dormido en muchos aeropuertos y estaciones de tren de Europa, incluso en la India, pero creedme que nunca lo ha hecho tan feliz como en Marruecos.


Porque Marruecos es más que ese wanderlust. Marruecos es parar el reloj y darle rienda suelta a todos los sentidos. Vista, tacto, olfato, oído, gusto... Marruecos son las ganas de perderse, para volver a encontrarse, y rehacerse si es necesario. Sonreír, y no poder dejar de hacerlo. Que nada tiene que ver con querer dejar de hacerlo.

Marruecos... es un antes y un después del que ya no hay marcha atrás. Ese momento exacto en el que te planteas qué mierdas haces con tu vida, si realmente estás donde quieres estar y haciendo lo que quieres hacer. Te sacude, desde el norte hasta el sur.


Marruecos nunca estará en tus planes, pero después será capaz de cambiártelos todos. Marruecos es tanto que todo lo que escribo me parece poco. La necesidad de pensar(nos) de otra manera. Más sana. Más humana. Marruecos son las ganas de darle vida a la vida. Más aún si se puede.

Tres años atrás mis pies aterrizaban de vuelta del primer viaje a Marruecos. Le han seguido tantos aterrizajes más, tantos sellos en el pasaporte, que a más de uno no le saldrían las cuentas."



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28 de abril de 2015

HABLAR DE MARRUECOS (NOS) DUELE

Ella es Leticia, vive en Bruselas, trabaja en Brujas y es de Madrid. Tras vivir 10 meses en Rabat, cruzó el Estrecho con la maleta llena de ganas de volver. Quiere compartir su historia porque se lo debe a Marruecos y porque no quiere mirar atrás y pensar, "llegué tarde".

"Creo que soy una de las muchas personas, y mi intuición me dice que mujeres, que se esconden leyendo el blog de Carlota para liberar lo que ellas sienten por Marruecos. Es más fácil estar de acuerdo con lo que ella escribe, que pensar qué sientes tú y por qué desde que fuiste a Marruecos no hay un solo día en el que no hayas pensado en él. Te cambias de país y sabes que no estás en casa. Y te cambias de país como quien sabe que está un paso más cerca de volver a Marruecos. Los que te rodean y no han estado piensan que eres una exagerada, que ya se sabe cómo es Leti, que todo lo vive a lo grande, que a todo le da mucha importancia, que todo le impacta. Pero no es eso. Marruecos te transforma. Marruecos te habla de ti misma y hace que muchos de tus prejuicios resuenen dentro de ti. Como en una caja. Lo que pasa es que Marruecos te dice que lo que te han dicho que eres no tiene por qué ser así. Que las mujeres llevan velo porque quieren. Que las que quieren, se lo quitan. Que muchas no quieren quitárselo. Que los hombres no están todos en la calle ni en los zocos esperando a que pases; la gran mayoría está en su casa o trabajando. Pero que si pasas te mirarán; sin vergüenza. Como en Europa, pero notándose.


Lo que pasa en Marruecos es que tras dos viernes de cuscús, sientes que es la paella de los domingos y te das cuenta de que en tu casa ya no os juntáis nunca para comer. Ya no hay un único día a la semana en el que podías tomar Fanta. Porque Marruecos no entiende que trabajes hasta caer rendida, que no pongas a tu familia primero, que no sepas cocinar, que vayas con tanta prisa, que gestiones tanta angustia. Marruecos no entiende por qué tienes tanto miedo ni por qué huyes de lo bueno. Marruecos no entiende que aceptes ser algo que no eres. 

Las oportunidades llegan desde Europa y algo dentro de ti te dice que no son oportunidades sino renuncias. Renuncia a una vida tranquila, donde las soluciones se encuentran y si no las hay se olvida el problema. Por eso no quieres irte; y por eso sientes un vacío que nadie entiende, y un amargo sabor a traición. Por eso cuando alguien te pregunta cuándo vuelves tu mente procesa cuándo voy. Traición a ti misma. De Marruecos tienes que irte para hablar a los tuyos de lo que se pierden, de lo importante, de lo que no debería haber sido. De Marruecos te vas creyéndote invencible. Pero tu voz se va acallando y te oyes a ti misma hablar de la importancia de tener una carrera profesional, de ser independiente, de que no te afecten las cosas demasiado. No es eso. La vida es un don, lo diré, divino, y nadie tiene el derecho de vivirla por ti. 

Cuando la mitad de tus amigos en Facebook hablan de la libertad de expresión y de ser Charlie y la otra mitad dice ser Muhammed, Mahoma; cuando vives la primera noche de Ramadán y te envuelve un profundo respeto hacia la gente con Fe; cuando te acercas a Qutubía en Marraquech o a la mezquita de Hassan II en Casablanca, tú ya no importas. Ni tú, ni tu subconsciente occidental, ni todos los ecos que tu cabeza, atónita, te manda: has conocido la paz de hacer lo correcto entre las personas correctas, que estaban esperando pacientemente a demostrar con garra la legitimidad de su existencia. No te permitas equivocarte de escenario; pero si te equivocaras, perdónate. Siempre."


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21 de abril de 2015

¡SALIMOS EN "SIENTE MARRUECOS"!

"Viajar a Marruecos para encontrarse con una misma. Entrevista a Carlota Miranda."

Hoy tenemos el honor de entrevistar a Carlota Miranda, del blog No es nada personal, un diario donde la autora relata todo lo que ha aprendido de la cultura marroquí, desde un punto de vista muy personal y estableciendo continuamente comparaciones entre dicha cultura, la española y la europea a la que supuestamente pertenecemos."



15 de abril de 2015

EL DARIYA ESTÁ EN BUENAS MANOS































































¿Tú también quieres conseguir el tuyo para empezar a aprender dariya marroquí?
¡Escríbeme a noesnadapersonal7@gmail.com y te cuento cómo hacerlo!

Vídeo de Javier Ibarra sobre los apuntes: "Aprende dariya marroquí con Carlota."

Vídeo de Nataly Olvera sobre los apuntes: "Dariya marroquí."