22 de enero de 2017

NO OLVIDES TU HISTORIA

Recuerda siempre, mujer, que si hoy puedes pensar en voz alta sobre ciertos temas, es gracias a que otras mujeres le plantaron cara al sistema que las callaba. Muchas perdieron sus amistades, sus parejas, sus trabajos, su libertad e incluso su vida porque creían en lo que estaban haciendo. Hubiera sido más fácil callarse y hacer como si no pasara nada, permitiendo que se nos siguiera negando el derecho a votar (hace apenas 80 años que podemos hacerlo), el derecho a viajar sin la autorización de un hombre, el derecho a querer cobrar por trabajar, el derecho a decidir no tener hijos, el derecho a estudiar, el derecho a firmar tus trabajos, el derecho a tener tus posesiones a tu nombre... El derecho a ser mujeres. Gracias a ellas, hoy podemos ser quien somos. O, al menos, podemos intentarlo. Que ya es mucho. Por eso, si te escucharan hablar, ¿crees que se sentirían orgullosas de cómo utilizas la palabra? Si te vieran actuar, ¿pensarían que mereció la pena sacrificarlo todo - todo - para que tú puedas tener libertad de acción y de pensamiento?

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