Cuando volví a España después de haber vivido en Marruecos
hubo varias cosas que me llamaron durante bastante tiempo la atención. Empaparte al máximo de la
cultura de un país, disfrutar de forma tan intensa de lo que te rodea y hacer
que lo que vives vaya siempre contigo te convierte, de alguna manera, en una
extraña cuando vuelves a casa. Durante mi tiempo en Marruecos sólo vine a
España por tres noches, para hacer dos entrevistas de trabajo en Madrid y
Barcelona, y nada más pisar mi país ya estaba deseando volverme. No sé bien cómo explicarlo pero en ese momento no estaba a
gusto, me sentía incómoda, fuera de lugar… Quería volver a casa. Mi otra casa.
Durante esos cuatro días apenas me dio tiempo a desconectar
de Marruecos (si es que alguna vez he llegado a hacerlo). Hablaba como si aún
estuviera allí, como si llevara toda una vida en el país vecino, y no fui
consciente de detalles que meses después, cuando volví definitivamente, me
llamaban la atención en mi propio país. Cuando por fin asimilé que ya no estaba
en Marruecos sino en España había una serie de detalles cotidianos en los que
siempre me fijaba...
1. Mujeres fumando… ¡y
en la calle! Algunas de ellas señoras mayores. Tardé tiempo en dejar de
verlo como algo raro. Aunque las hay, especialmente en las grandes ciudades, en Marruecos no es habitual ver a mujeres fumar.
2. Niños llorando a
todas horas. En el metro, en la calle, en las tiendas, en el supermercado… ¡Qué cruz! Había tardado muy poco en acostumbrarme a la buena costumbre marroquí de no
llorar por memeces y echaba de menos más que nunca las sonrisas de los críos,
especialmente cuando juegan en la calle, al escuchar a tanto renacuajo
protestar, berrear y lloriquear a santo de nada.
3. Limpieza y luz artificial por todas
partes. Marruecos no es el país más limpio del mundo y es muy habitual ver
basura por la calle (botellas, plásticos, cáscaras de frutas, cajas…), especialmente en los barrios más humildes y en las zonas menos turísticas de las medinas. Por eso, al llegar
al Aeropuerto de Barajas y poder ver casi mi reflejo en el suelo me sentí en otro mundo. ¡Pero qué limpio, tú! Y lo mismo me ocurría con las tiendas, todas iluminadísimas - tanto por fuera como por dentro - incluso estando cerradas. ¡Pero qué derroche, tú!
4. Gente mayor allá
donde mires. Sobre todo cuando llegué a Castilla y León y no dejaba de
ver ancianos. A pesar de que la natalidad en Marruecos va en continuo descenso
y que ha aumentado considerablemente el nivel de vida (73-75 años), la cantidad
de jóvenes y niños que hay en el Maghreb es increíble. Se estima que más del 25%
de la población marroquí tiene menos de 15 años y pasar de esa realidad a la de la comunidad con la población más envejecida de Europa no fue fácil.
5. Nadie habla con nadie
por la calle. Con nadie que no conozcan y, a veces, con los que conocen tampoco. La gente va a lo suyo, con sus
cascos, su móvil, su periódico, su libro… La mayoría está en la calle porque
van a algún lado y no por querer estar en la calle pasando el rato. De ahí que cada uno esté a lo que
está y no se pare demasiado a hablar, a reír, a discutir, a hacer una gracia, a
jugar con el niño, a piropear a la chica o a preguntar algo al señor mayor.
6. Todo es de mala
educación o está prohibido. Esa era la sensación que tenía en España al volver de Marruecos. Comer con las manos, fumar en el bar, coger comida del plato de otro, quitarse
los zapatos para poner los pies encima del asiento, beber en la calle, tumbarse de mala manera en el bus o el
tren, no pedir por favor y dar las gracias por cualquier cosa, sentarse en el suelo de la estación, hablar en alto… Todo es de mala educación o está prohibido. La sensación que tienes cuando vas desde España a algún país del norte de
Europa es la misma que tienes cuando vienes desde Marruecos a España.
7. No entrar en tiendas
para evitar regatear. Lo tengo perfectamente interiorizado cuando estoy allí, ‘pregunta sólo
por el precio de lo que vayas a comprar seguro’. Me da
muchísima pereza hacer compras en Marruecos, especialmente cuando se trata de
objetos ‘para los de fuera’ como mochilas de cuero, estuches, pasminas y
similares. Por eso, al volver a España, inconscientemente evitaba acercarme demasiado a ciertas tiendas pequeñas y me costó hacerme a la idea de que aquí cuando a
un dependiente le dices en su idioma ‘No, gracias’ normalmente entiende ‘No, gracias’.
8. Ver a gente besarse (¡y de qué manera!). Las muestras públicas de cariño entre una pareja son muy poco habituales en Marruecos y casi nunca van más allá de una carantoña o de un abrazo amistoso. Por eso, al volver a España me parecía todo un atrevimiento que la gente demostrara su pasión en plena calle. Como dice Bárbara, "yo española y tan liberal veía a dos novietes dándose amor y pensaba sin querer: ¡Uy, qué maleducados!" De la misma forma, me chocaba ver a chicas maquilladas como una puerta, en minifalda o con ropa provocativa y automáticamente pensaba: '¡Pero dónde irán así vestidas!' como si por un momento me hubiera convertido en una abuela typical spanish.
8. Ver a gente besarse (¡y de qué manera!). Las muestras públicas de cariño entre una pareja son muy poco habituales en Marruecos y casi nunca van más allá de una carantoña o de un abrazo amistoso. Por eso, al volver a España me parecía todo un atrevimiento que la gente demostrara su pasión en plena calle. Como dice Bárbara, "yo española y tan liberal veía a dos novietes dándose amor y pensaba sin querer: ¡Uy, qué maleducados!" De la misma forma, me chocaba ver a chicas maquilladas como una puerta, en minifalda o con ropa provocativa y automáticamente pensaba: '¡Pero dónde irán así vestidas!' como si por un momento me hubiera convertido en una abuela typical spanish.
9. Los taxistas en España no escuchan el Corán. Si bien es cierto que escucharlo mientras trabajas no es un requisito indispensable para ser taxista, es habitual montarse en un taxi y que se esté reproduciendo el libro sagrado del Islam. Sin tener ni idea de lo que dice, llega un momento en la vida de todo español residente en Marruecos que lo tomas como algo normal, deja de llamarte la atención y hasta te relaja y te hace sentir a gusto al notar que estás donde quieres estar.
Aparte de eso, por todos es sabido que los vehículos usados como taxis en Marruecos suelen estar entre destrozados y muy destrozados, al menos estéticamente. Cuando llegué a Burgos y me monté en un taxi para volver a casa desde la estación, sin esperar a que llegaran otros 4 o 5 pasajeros - que nunca hubieran llegado - para compartir todos juntos y apretados el viaje, estaba puesto Danza Kuduro (¡infieles todos!) y no pude evitar pensar en el inconfundible sonido del Corán. De la misma forma que tampoco pude evitar decirle al buen hombre: ‘Joder, qué coche más bien cuidado ¿no?’. Me miró y creo que intentó averiguar de qué selva me había escapado pero, por educación, no llegó a preguntármelo…
Si a mi me paso algo parecido,pero aun sigo sintiendome rara en varios temas, el ver la gente en la calle besandose apasionadamente aun me choca, y ver a mujeres fumar sigue dandome que pensar... aunque haya vivido toda mi vida en españa y solo 2 años en marruecos, me acostumbre a la vida de alli.
ResponderEliminarCuando me monte en Tarifa en taxi con mi marido (marroqui) le dije a mi marido, has visto que no hay 5 personas con nosotros para un trayecto largo? has visto que no compartimos taxi con nadie, y que nuevo esta... los primeros dias cuando me montaba en algun taxi o en el bus urbano me parecia raro,pero bueno despues de 4 meses ya en España de nuevo,me voy acostumbrando,pero aun estoy en proceso por las dos cosas que te he dicho antes.
Mi marido se quedo sosprendido cuando vio las calles tan limpias, los contenedores de basuras limpios y bien cuidados, para reciclar (hasta aceite!! jajaja) le encanto,ahora recicla y todo.
Por una parte quiero quedarme en España a vivir y por otra parte en Marruecos, hay muchas cosas que me gusan de cada pais, la libertad en España me encanta,que puedas estar tranquilamente vestida comoda y no pasando calor en verano, y la humildad y la paz que se vive en marruecos tambien me gusta mucho...yo he tenido hamdulilah muy buena experiencia.
Pues bueno bienvenida a España de nuevo, un abrazo.
pues x eso no te preocupes aqui tenemos Radio Maria par q te relajes mientras viajas
ResponderEliminarqué gracia me hace la gente que dice lo del Corán y luego critica sus propias raíces cristianas... qué pena!!
ResponderEliminarhttp://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/29/solidaridad/1340993894.html
ResponderEliminarmarruecos seria ideal si dejaran la relijion en casa.
ResponderEliminarLo ideal sería que aprendieras a escribir bien..
EliminarNo hay porque dejar la religión en casa, es su religión, ante todo respeto.
EliminarA los que tanto les gusta que se vayan alli, que estan aqui en paro y chuando del bote
EliminarA los que tanto les gusta que se vayan alli, que estan aqui en paro y chuando del bote
Eliminarjajajaja!!! lo de los taxis y sus apizados son la caña!!!! :)
ResponderEliminarMe he sentido muy identificada, yo por estas cosas y algunas más no vuelvo...no creo que pudiera adaptarme de nuevo...o más bien no quiero.
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog y me encanta. Yo también soy una enamorada de Marruecos y me gusta ver que hay gente con los mismos sentimientos y opinión sobre Marruecos. Sigue publicando sobre mi querido magreb
ResponderEliminarllevo viviendo en España mas años que en marruecos..son formas de vida diferentes..y me gustan las dos.
ResponderEliminarMi marido y yo de vuelta a España no somos capaces de no sorber cualquier liquido caliente que nos llevemos a la boca, no nos damos ni cuenta tan solo recapacitamos cuando apreciamos a los comensales que nos acompañan o estan cerca mirando con cara de poker. jejeje
ResponderEliminarEstimada Carlota, me gusta mucho tu blog , Ademas te explica con una clarida y desparpajo que tus relatos se hacen cortos y amenos, Pero obiamente discrepo de ti en muchas cosas que te las diria privadamente para no herir sensibiliddades , de todas formas continua con tus refleciones son amenas y enrriquecen , Felicidades.
ResponderEliminarYo he vivido mas años en Marruecos que en España, cuando visito Marruecos me choca esas cosas que nombras que no ves aquí y tambien me enamoro de las cosas que nombras que hay ahí y aquí no encuentras. Mi estancia ha durado este año un mes y medio, ya tenía ganas de volver a España porque si no vives ahi no sientes estabilidad y al final te agobias, pero al llegar al aeropuerto de Barcelona ya deseaba volver a mi tierra y no volver aquí nunca mas.
ResponderEliminarEs increíble la diferencia de trato hacia las personas mayores, la humildad, la hospitalidad.... Ayer cuando un policía intento vaciliar y menospreciar a una mujer anciana por no entender español he recordado como en Marruecos ayudan, les besan la cabeza y la mano, les llaman "alwalida" (madre) aunque no sean conocidos. Echo de menos regatear hasta el punto que el vendedor se rinde y pasa a una anecdota de risas, el perdon, las charlas sentados con los vecinos hasta las tantas, sin el estres de tiempo, el llamado a la oracion de las mezquitas, etc....
Me encanta tu blog, me encanta leer las experiencias de personas que se sienten bien en Marruecos, me alegra mucho que haya gente ahí que siga tratando bien al que viene de fuera sin hacerle sentir que siempre es de fuera.
Totalmente de acuerdo con lo de los niños... madre mia, tendrían que irse todos a pasar una buena temporada al magreb para espabilarse! también me choca mucho lo cronometrado que está todo en España, el estrés de vida que llevamos, el que aquí la prisa no mate, si no que la hayamos incorporado a nuestras vidas como si nada... el no saber disfrutar de los pequeños detalles por que no tienes tiempo ni para verlos..!
ResponderEliminarJajajajajaja. Tu si que estas enamorada de Marruecos. O como bien dices de sus niños. Anda. Tu con Derade vete alli y a vivir la vida ^-^
EliminarAl volver a España lo primero que me choca, como a todos, es el reloj allá donde mires. ¿Qué más? Pues cosas muy humanas como cruzarme con gente que conozco y que solo me saluden con la cabeza. Quiero un poco de conversación, ¡y besos morunos! Ja, ja, ja. O que la vecina de al lado te invite a pasar a tomar un té/almorzar/comer/merendar/picar alg/cenar/recenar cada vez que te vea. Y cómo no, cosas más mundanas como ver burros y carros por la carretera a todas horas y no dejar de señalar aunque ya hayas visto 361 burros. Ah, me indigna no poder zafarme de una multa de tráfico dando 50 dirhams al policía para "un café". También me resulta raro ver a la gente en las terrazas de los bares sentada alrededor de la mesa y no mirando hacia la calle. Y tantas cosas más...
ResponderEliminarA mí como acaba de decir Alba lo que más echo de menos de Marruecos es el trato con los vecinos. Mientras en España mi vecino no sabe ni cómo me llamo en Marruecos me ven en otro pueblo y se para a preguntarme cómo esta toda mi familia. Todo el mundo te conoce, te ayuda, te quiere...,en fin, te miman.
ResponderEliminarA mi me pasa igual, no te sientas rara jajajajjjaa supongo que es normal,pero no me veo yo con mi marido ahi basuqueteandonos,me parece una falta de respeto,para algo tengo mi casa, intimidad señoresss!!! besos guapaa!!
ResponderEliminarjajaja bueno, supongo que en el punto medio está la virtud :)
EliminarHahaha solo te falta pedir la nacionalidad Marroquí pareces mas marroquie que muchas que nacieron aqui en España xD
ResponderEliminarjolin q nostalgia de Marruecos me entra leyendo tu blog*_*
ResponderEliminarA mi me extrañaria ver parejas dandose besos o haciendo cosas en Marruecos ... y las hay eeh pero muu escondiditas jajajja
ResponderEliminarLas plantas de arriba de las cafeterías cada vez están más concurridas... jajajaj
EliminarJajajajajjajajajja que bueno... si es que pareces de los nuestros
EliminarYo pienso igual Pa Qué comerse la boca delante de los demás? ?? No es mejor en casa tranquilos? ?? No entiendo esa manía de coger se el cupo en la calle etc
ResponderEliminarHola Carlota. Estoy contigo en los 9 puntos que has descrito, y lo que han comentado del reloj lo mismo, es un disfrute no estar pendiente de la hora. A mi algo que me gusta mucho y que me cuesta cuando vuelvo a españa es el coche, no llevar a 9 personas en un coche de 5 plazas y que sea lo habitual se me hace raro, y también cuando llego aquí retirar la mano del claxon...allí es lo más normal y esa manera de conducir...marruecos fue el mejor lugar para dar rienda suelta a la conducción, la mejor manera de quitarme todos los miedos.
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