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27 de marzo de 2016

LA MUJER MARROQUÍ, EL ORIGEN DEL BRILLO

Ella es Sofía, una joven española de 23 años que fue a Marruecos por primera vez en Julio del año pasado para hacer un mes de prácticas en un hospital de Rabat. Se enamoró tanto del país y de su gente que volvió a visitar el país este pasado mes de Febrero y ya está planeado su próxima escapada. ¡Esta es su historia!

"Al parecer somos muchas las mujeres que renacemos en Marruecos. En mi caso podría enumerar muchas razones; una de ellas es la fuerza que desprende la mujer marroquí. Como estudiante de medicina, he podido presenciar el momento de la vida de una mujer en el que probablemente sea más vulnerable, más poderosa y más mujer: el parto. Supongo que muchas de vosotras recordáis - o imagináis si todavía no sois madres -  la emoción de ese momento, la mirada de vuestra pareja o de un ser querido compartiendo vuestro terror ante el acto inminente de sacar a un ser vivo de vuestras entrañas. Tal vez recordéis también una gran lámpara en el techo, pijamas verdes, enfermeras abriendo paquetes de gasas estériles o preparando material quirúrgico. Y sobre todo, esos dos barrotes para poner las piernas que tanto incomodan pero tan útiles para empujar. Vuestra intimidad enmascarada por la tecnicidad del asunto, pero aun así respetada.

Bien, dejadme que os enseñe cómo es la sala de partos en un hospital público de la capital de Marruecos al que acuden diariamente tantísimas mujeres. Después de un mes de prácticas de Obstetricia en Rabat sólo puedo sentir admiración por todas ellas.


Más que una sala de partos es un paritorio porque igual que este se alinean otros 3 boxes contiguos en 3 pasillos diferentes lo que hace un total de 12 mujeres pariendo a la vez con la banda sonora correspondiente.

Imaginemos a Madame que está a puntito de ser madre. En su expresión vemos reflejada su lucha interna contra el dolor y el pánico. ¿Compañía? La de Dios, no se permiten acompañantes. ¿Analgesia? El alivio de estar purificando sus pecados, nada de epidural en la sanidad pública marroquí. Pero ella es fuerte y aguanta. Del otro lado tenemos al/la médico/a que la atiende revolviendo cajones en busca de guantes estériles que al levantar la vista y cruzarse con mi mirada de espanto me responde con un “on fait avec ce qu’on a” (nos apañamos con lo que tenemos). La suya también es una lucha constante de mucho mérito que merece ser recordada y de la que podríamos debatir durante horas.

Y por fin, con una entereza como la que sólo una mujer puede transmitir, agarrándose los tobillos y alternando entre zid zid y saaafi, Madame, exhausta, da a luz a su sexto hijo, por decir un número aproximativo. Es entonces cuando uno entiende que ese brillo en los ojos tan característico sólo puede venir de haber nacido empapados de la fuerza de sus madres.


Pero la historia no acaba aquí, porque al día siguiente de haberse ido a casa, justo el tiempo de ponerse manos a la obra, Madame vuelve al hospital con un plato de rfissa que ha cocinado para el equipo médico como agradecimiento. Y casi por inercia, todo el personal se acaba reuniendo para celebrar y compartir el manjar… porque al final la vida está hecha para celebrarlo todo y no quejarse de nada, y ellos lo saben. Bsha!



Marruecos te hace vibrar porque te reconecta con la esencia de la existencia humana, haciéndote olvidar todos los accesorios que has ido añadiendo a tu vida y que te has empeñado en convertir en necesidades. Y así, sin preaviso, te tatúa una sonrisa y te cambia la vida para siempre".


Si quieres que tu historia también aparezca por aquí sólo tienes que pedirlo. Ponte en contacto conmigo e intentemos entre todos, desde nuestra experiencia personal, transmitir la realidad, buena y menos buena, de Marruecos.

22 de mayo de 2015

EL ANILLO DE BODA COMO GUARDAESPALDAS

Si hasta en páginas sobre Marruecos con cierta reputación, en uno de sus consejos principales a tener en cuenta para viajar al país, "se recomienda a las mujeres llevar una alianza para evitar ser importunadas por hombres"... ¿cómo no va a tener la gente una mala imagen del país? Qué horror, qué vergüenza y qué pena. De verdad, qué pena.

"Hace algunos años ya, mientras unos amigos se preparaban para viajar a Marruecos, tuve la oportunidad de leer los consejos de su guía de viajes. ¡¡Horror!! recomendaba a las mujeres llevar una alianza para evitar ser importunadas por hombres. Así de simple… sin más explicaciones. Como si el oficio de los hombres fuera importunar a la mujer soltera. ¿A qué se referían con importunar? ¿Y cómo te protege un anillo? ¿Es que las cosas malas sólo le pasan a las que están solteras? ¿Es que un criminal va a preguntarte si estás casada antes de perpetrar el crimen? ¿Acaso le importa? 
Un anillo no es un talismán, no es tu guardaespaldas y a no ser que tenga un estilillo heavy con algún pincho con el que puedas dejar K.O. a alguien con un derechazo… no tiene mayor utilidad para evitar ser importunadas por otro ser humano. (A parte, mi recomendación es no llevar nunca joyas de valor, pues te pondrás tú misma en el blanco de los posibles ladrones. Y un anillo de compromiso o de boda creíble tiene que tener cierto empaque ¿no?). La situación más común en la que podemos usar un anillo como excusa en occidente sería al enfrentarnos a un pretendiente espontáneo en un bar de copas, pero en Marruecos nada es como nosotros esperamos. 
Situación X: quitarte de encima al hombre que viene a ligar contigo con nocturnidad y alevosía enseñándole un anillo. Sí, en España a veces funciona en un bar cualquiera (lo que no entiendo es por qué decimos que tenemos novio/marido en vez de decir -no me interesas- que es la realidad…), pero también funcionaría insultarle y escupirle a la cara o actuar como una esquizofrénica. 
- Si te mueves en el ambiente turístico de la jet-set, tendrás las mismas complicaciones que en Europa. La mayoría de las discotecas de moda están dentro de los hoteles de lujo, así que lo más seguro es que te cruces con europeos y/o árabes que conocen muy bien la cultura europea, estás jugando en casa. 
- Si estás en una cafetería/terraza frecuentada por locales, lo más seguro es que no se acerque ningún hombre a ligar contigo, aunque te miren de reojo (y de frente). Si se te acerca alguno no pasa nada por darle una conversación educada (si te apetece) y si fuera necesario darle a entender que no estás buscando ningún tipo de relación. También puedes decir que lo sientes pero estás esperando a alguien y quitártelo de encima rápidamente. Seguro que te sorprenderá la educación con la que se dirigen a ti. 

Si en las situaciones anteriores sacas tu anillo a la defensiva y dices que estás casada, no te va a creer ni el Tato y vas a quedar de pena, seguramente se echarán unas risas a tu costa. Puede que de verdad lo estés, pero para un marroquí ver a una mujer casada, viajando sin su marido, en una discoteca, bebiendo cubatas… pues ya te imaginas tú misma qué clase de mujer casada se están pensando que eres. Lo que demuestra es que estás muerta de miedo, desvelando tú misma que eres una presa fácil a un posible depredador. Si quieres llevar un anillo y decirle a todo el mundo que estás casada… sé discreta y mantén la calma, déjalo entrever en la conversación. El mensaje subliminal de estar casada parece ser; hay alguien que vela o se preocupa por mí, ándate con cuidado conmigo. Si eso fuera cierto, tú tendrías que estar bien relajada. 
Por otro lado existen muchos jóvenes que hablan hasta por los codos, cándidos y simpáticos, puedes pasar un rato muy agradable con ellos. Hay mucha buena gente y es una alegría coincidir con alguna en un bus de 5h atravesando el país. Sería una pena que te negaras la oportunidad de no aburrirte enseñándole un anillo de compromiso como una tonta, porque como todo el mundo sabe, las mujeres casadas no hablan… 
Es difícil adivinar las intenciones de los hombres en una cultura diferente a la nuestra. La mayoría se contentará con charlar con una extranjera, otros querrán algo más… existen todos los tipos de persona que ya conoces, pero sus costumbres y su lenguaje corporal son diferentes. Aun así, salir airosa de la prueba es muy fácil, no aceptes nada que te sea incómodo o que no te dé buen rollo. Si no te fías, deja entrever a tu interlocutor que alguien sabe dónde estás (tus familiares por ejemplo, no hace falta que sea tu marido ficticio…) y que no estás sola. En cualquier caso si una situación no te gusta aléjate sin prisa, pero sin pausa y si tienes tiempo de hacer amistades, pide que te expliquen la complejidad del ligoteo marroquí."

Artículo original:
https://nomoretravelguides.wordpress.com/2015/01/12/mujeres-en-marruecos-llevar-alianza/