12 de junio de 2013

VOLVER AL ORIGEN NO ES RETROCEDER

Eso de ‘echar raíces’ nunca lo he llevado demasiado bien y el estar atada a un sitio no me da seguridad ni tranquilidad, sino todo lo contrario. Aunque a estas alturas y tras conocer este país, mi idea ha cambiado bastante y lo de 'de Marruecos al cielo' cada vez lo tengo más claro. Pero a lo que vamos, si algún día tengo que comprar una casa la intentaré decorar, sin duda, al estilo marroquí. Aquí se tienen pocas cosas que no hacen falta, por no decir ninguna. Y es genial que sea así. Las sillas, por ejemplo, las tenemos muy sobrevaloradas y a menudo también las camas. (¿He dicho las camas? Quién me ha visto y quién me ve.) 


Recuerdo aquel verano en el que tras varios días disfrutando del Marruecos más auténtico llegamos al aeropuerto y al sentarnos en los bancos nos sentimos incómodas y acabamos esperando como se espera aquí. Sentadas en un cojín, encima de la mochila o quitándonos las chanclas para hacer de ellas un sitio más en el que apoyarse.

Los blanquitos estamos acostumbrados a estar rodeados de mil objetos que nunca utilizamos y, aunque la casa en Occidente sea grande, no suele haber sitio para que alguien más. Allí nos sobra todo, aquí son más prácticos y ocurre lo contrario. Tienen lo que hace falta y punto. El que no haya cosas inservibles alrededor hace que haya lugar para todo lo demás, por eso, aunque la casa sea pequeña, nunca falta un sofá típico donde dormir o una habitación en la que tirar varios colchones (o sucedáneos varios). ¡Y así cabemos todos!


En Marruecos hacer vida en el suelo es de lo más habitual. Aparte de pasar del aristrocrático trono, como ya expliqué, otras necesidades básicas como comer, beber e incluso dormir siempre tienden a hacerse así. De la forma más natural. Y a la hora de dormir en el norte no tanto, pero en el sur del país, especialmente en verano, eso de usar una cama no lo ven muy claro. Y es que el fresquito, en ciertos momentos, no se paga con dinero.

La gente nunca va por la calle con el Ipad, el Iphone y/o la Blackberry a todas horas. Ni siquiera van escuchando música. Eso de vivir enganchado al móvil todo el día me da un asco enorme y vivir en Londres fue el colmo para ver y comprobar cómo la gente, especialmente en el metro, no ve nada más allá de sus narices. Y si pasa algo es que ni se darían cuenta. Van a su bola y con tanta maldita tecnología lo único que conseguimos es estar cada vez más cerca de los que están lejos, pero muy lejos de los que tenemos al lado. Aquí la gente vive tranquila, al día, disfrutando de lo cotidiano, hablando con los que le rodean, compartiendo risas y discusiones con cualquiera e interactuando entre todos de una forma que no he visto en ningún otro país.


A veces es evidente que la vida en estos lares es un poco ‘Welcome to the jungle’, sin un orden muy establecido. Pero creo que el equilibrio estaría en saber vivir de una forma civilizada sin perder lo natural. En algunos países nos consideramos muy libres, pero como dice Keny Arkana, todos nacemos con una soga al cuello. Aunque es verdad que en ciertos lugares está más floja. Dependiendo de dónde hemos nacido y de dónde nos hemos criado somos esclavos de algo. A este lado del estrecho es obvio que la mejor y más eficaz forma de represión y control es la religión. Pero en nuestro lado, el machaque que sufrimos desde que somos críos que nos obliga a competir contra todos, en vez de contra nosotros mismos, a estudiar en la Universidad y conseguir un buen empleo, a ganar un buen sueldo para así poder comprarnos una casa y un coche, y una vez que tengamos todo eso, formar una familia... etc. Si te sales de ese camino parece que no puedes ser feliz. Y eso es lo que nos está matando. El consumismo, la imagen, la estética, el materialismo, el individualismo... son la soga de que Arkana habla. Y lo peor es que cada día ahogan más y más.


Aquí es todo más salvaje, pero en definitiva más real, más de verdad. La anarquía en el ser humano, como seres racionales que se supone que somos, me parece una utopía. Soy consciente de que tiene que haber unas normas y/o leyes, pero que no sirvan para oprimir al pueblo, hombre. Hay que dejarlo fluir un poco más, dejar que las cosas sigan su ciclo normal y establecer unas pautas para que nadie sobrepase límites.

Aquí, por ejemplo, en la carretera. Es verdad que en las ciudades se conduce, aparca y cruza por donde les da la gana. Pero es que dentro del caos siempre hay un orden, y estoy convencida que hay muchos más accidentes y más graves en nuestro ordenado mundo. Se puede fumar en los bares y no pasa nada. El dueño gana más dinero, el que quiere fumar fuma y al que le molesta se pone en otro lado y punto. ¿Por qué lo hacemos todo tan difícil a veces? Es verdad que la existencia de unas normas teóricamente ayuda a que todo esté controlado y vaya mejor, pero el llegar a Barcelona, después de llevar varios meses viviendo en Marruecos, pedirle a tres camareros/dependientes en la estación de buses que, por favor, me enchufaran el móvil un momento, que no tenía batería, y me dijeran que no podían, que les estaban vigilando con cámaras de seguridad y que lo tenían terminantemente prohibido… Fue muy duro. Fue volver a la surrealista realidad del ‘Primer Mundo’, en la que todo está controlado, prohibido, pautado, regulado, estipulado y cuadriculado. 


Y luego encima algunos me preguntan: ¿pero y no te cuesta adaptarte a un país así? Lo que aún no sé muy bien es si se refieren a Marruecos o cualquier país de nuestra querida Europa… 

10 comentarios:

  1. jajaajjaja eres como yo. Fuera camas fuera sillas!!!! Hacen nuestros cuerpos totalmente inútiles!!!! Sueño con tener una casa de vida en el suelo. Tengo un post a medio hacer de eso, de hecho!!!! Viva la vuelta a los orígenes!!!!

    ResponderEliminar
  2. Allí te das cuenta que vivimos con más, mucho más, de lo que realmente necesitamos, que todo se aprovecha y bien, y no se derrocha nada en absoluto, que donde comen dos comen cinco, que te puedes descojonar de risa en una fiesta sin una gota de vino, con sólo beber un te con menta o un vaso de agua, que la tele no es para mirar abstraído sinó para estar de fondo y charlar, que es más practico hacer la cama si está en el suelo y con mantas...que incluso te puedes duchar con una palangana y agua calentada en una tetera como hacian nuestros abuelos y estás igual de limpio, que sin sillas (vuestras despreciadas sillas, jeje) cabemos más, muchos más....que allí se ven mucho más las estrellas y los cielos son más azules y el sol más brillante, y los aromas más intensos....

    Lo único que he echado verdaderamente de menos son las sobremesas...con lo que me gustan a mi y lo rapido que se me levantan todos de la mesa....

    ResponderEliminar
  3. Gran reflexión!! Solo añadir un detalle, andar descalzo....
    BB no acostumbraba a hacerlo, por lo menos yo no lo recuerdo....
    Empezar por la sencillez desde uno mismo para facilitar la vida, tu ropa, tu casa, tus decisiones...
    Enhorabuena!!
    Me encanta!!
    ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. BB soy yo?? Sí ando descalza. Llevo años en países donde no es de buena educación entrar con zapatos y hay que dejarlos siempre en la puerta. Ahora mismo estoy en un hostal descalza!!!! :)

      Eliminar
  4. me quedfa claro qui no tienes ni idea de lo q ews marruecos,
    q reniegues de la universidad,de la cultuira ,del progreso..

    marruecos es gentte q pasa hambre,niños sin escolarizar,enfermos sin medicos
    ya te imagino la tipica españolita a la q sus papas le mandan dinero
    le compran su ordeanador le pagan su movil
    y ahora va de hippy.
    d q vives cielo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En ningún momento la autora reniega del progreso ni de la cultura ni de la universidad.
      El mismo título lo dice, no me queda claro si lo has leído, que es el volver hacia atrás no es retroceder. No hay que volver a atrás en esas cosas para saber apreciar que podemos vivir con menos cosas.

      Y si tiene usted pensado ofender a la autora, creo que sería de mucha mejor educación firmar su comentario, 'cielo'

      Eliminar
    2. Creo que hay algunos conceptos muy equivocado de ese "anónimo" tan escueto.

      La autora no defiende ni justifica el hambre de los niños, el analfabetismo, los problemas de sanidad, nada de todos lod defectos, deficiencias e injusticias que vive el país. Si hubieras leído un poco de su blog verías que es bastante crítica en este sentido. Lo que en cambio si defiende es que el progreso a toda costa, como hay en los países europeos que ella conoce, no es por contra más bueno ni más válido, ni hace una socidade mejor, y se ha dado cuenta de ello viviendo de cerca la sociedad marroquí. Porque a pesar de la pobreza y las necesidades que pasan hay valores y costumbres que son muy válidas y que nosotros hemos abandonado erróneamente en pos de un progreso que no es tal en muchos sentidos. Y no por tener más se es más feliz, eso está más que comprobado.

      Por otro lado, no es justo que por tener las necesidades cubiertas tenga uno que pedir perdón. No es justo, es bastante intolerante y muy reduccionista. Si nos dedicaramos a encasillar, mal vamos. Porque las ideas, mientras tu vivas en coherencia con ellas, no se pueden medir por los medios económicos que uno tiene.

      Y por cierto, hay revoluciones que las han hecho los parias porque ya no podian más, pero hay otras que lo han hecho los más acomodados, los universitarios del mayo del 68 por ejemplo, o los antifranquistas de todos los estratos sociales, o los militares de la revolución de los claveles, y no por eso son menos lícitas ni menos revoluciones, a pesar que puedas criticarlas por sus deficiencias, evidentemente. Todo el mundo tiene derecho a luchar por lo que cree, y derecho también a que no se le juzgue por el contenido de su bolsillo mientras haya coherencia entre sus actos e ideas.

      Y que por lo que se, esta autora no es una niña rica....aunque eso no debería casi ni que importar, pues como ya ha quedado claro, a los hechos y comportamientos de vida nos tenemos que ceñir...

      Eliminar
  5. Y a mí me queda claro que no sabes leer. ¿Quién ha renegado de la Universidad? ¿Y de la cultura? Y lo del progreso, bueno... ¿A qué llamas progreso?

    Y toda esa realidad que hablas de Marruecos... ¿Me la dices o me la cuentas? Conozco Marruecos un poquito más de lo que crees. He vivido y sufrido con familias que viven esa realidad de la que hablas, y si adoro este país es en gran parte porque admiro a toda esa gente que lucha cada día por vivir con dignidad. No hago las cosas para después alardear de ellas, pero ya que veo tanto interés te cuento que he colaborado económicamente todo lo que he podido para que a ciertas personas las atienda un médico antes de que fuera demasiado tarde, que he ofrecido a gente que realmente veía que lo necesitaba sentarse conmigo en el bar y pidieran lo que quisieran comer y he aportado mi pequeño granito de arena dando libros y otros materiales a chavales que no pueden pagárselo. Pero sí, soy de esa clase de hippies que habla sin saber.

    Basta con que leas alguna entrada más para que veas que soy bastante crítica con la auténtica dictadura que se vive aquí, con el joder el pobre y facilitarle todo el rico, con el séptimo rey más rico del mundo y gente en la calle, con la corrupción que hay desde médicos hasta policías, con el interés extremo que hay en reprimir a las clases más bajas para que no reclamen lo que les pertenece... Pero si opinas antes de saber es normal que comentes estas cosas.

    Lo de españolita sí que es cierto, en el resto de Europa suelen recordármelo bastante. Lo de que mis padres me mandan dinero aún no ha hecho falta, pero tengo la inmensa suerte de que si algún día lo necesitara podría pedirlo. Y podría recibirlo, que es lo importante. Cosa que mucha gente marroquí fuera de este país no puede hacer, porque eso de enviar dinero fuera del país está prohibido también. No vaya a ser que no quede nada aquí y la líen.

    Ah! Y el portátil sí, me lo compraron ellos. ¿Tengo que pedir perdón por ello?

    Y vivir, vivo como quiero y con una familia marroquí. Osea que no me falta de nada. Todo bien, gracias. Si quieres te paso también el móvil y así ya quedamos un día, habibi.

    ResponderEliminar
  6. De marruecos al cielo, sin duda. Soy una chica que he estado el verano en Hassilabied, Merzouga. Me encanta todo lo que escribesme siento identificada totalmente, y me gusta leerte para sentirme mejor. He vuelto a España y no hay dia que no tenga ganas de escaparme y volver. Podrán tener mucho menos de todo, pero senti que no me faltaba nada. Gracias por escribiiiiiir sobre este paraíso! un beso

    ResponderEliminar
  7. marruecos es un pais genial que aquien va le encanta aver si somos cultos i sabemos lo que decimos anonimo

    ResponderEliminar