Son muchas las preguntas que la gente suele hacerse antes de
viajar a Marruecos y una de las más básicas y sensatas es, sin duda, ¿en qué
idioma hablas con la gente? No diré que si realmente quieres que haya
comunicación el idioma va a quedar en un segundo plano, pero casi, casi.
Por otra parte, en la zona sur, especialmente en ciudades
más turísticas o importantes como Rabat, Casablanca o Marrakech, el francés es
el segundo idioma oficial. Está presente en muchísimos campos; desde las
administraciones públicas hasta la prensa escrita, pasando por el sistema
judicial, los negocios y la educación. En las escuelas públicas se
estudia el francés desde que son pequeños, pero el nivel está ahí ahí con el inglés que se aprende en España. Por el contrario, en las escuelas privadas
prácticamente no se habla en árabe. Una vez en la universidad se supone que
cada profesor tiene la libertad de impartir sus clases en el idioma que desee,
pero lo habitual es que se haga en francés, especialmente en las carreras más
técnicas.
Cuando llevas un tiempo viviendo en Marruecos es habitual tener que enfrentarse a una de las situaciones más cómicas que se viven en el moro. Estás en una cafetería, en una tienda o donde sea, y quieres poner en práctica tu nivel de darija con el camarero o el comerciante de turno. Con toda la ilusión del mundo y por educación, intentas comunicarte en su lengua. Ya no es sólo que quieras demostrar que tú también lo vales, es que a menudo te resulta más fácil hacerlo así. Lo más probable es que tengas más capacidad para entender a alguien hablando en francés que en árabe marroquí, pero a la hora de hablar tú la cosa cambia. Pones empeño y te esfuerzas en mimetizarte con el medio lo máximo posible, desplegando todas tus armas, mientras el marroquí hace lo mismo por mostrarte su nivel de francés. Se crea entonces una guerra de egos que no has buscado, pero que te lleva a una situación absurda en la que tienes muy poco margen de maniobra y de la que casi nunca puedes escapar porque nadie va a querer bajarse del guindo.
En el
moro se hablan varios idiomas y se entienden más aún, así que no hay de qué
preocuparse. Es un país que vive mucho del turismo y hay gran
cantidad de vendedores, taxistas, trabajadores de hotel… que tienen una facilidad increíble para aprender, sobre todo lo que les interesa, y aunque no dominan ninguna, saben
defenderse en una cantidad de lenguas que te dejan sin habla. Recuerdo un
hombre en Marrakech que, después de hablar con un grupo de gente en italiano, se dirigió a una pareja en catalán. Le preguntamos que
cómo así había aprendido esos idiomas y nos dijo: ‘porque es lo que hablan muchos de
mis clientes’. Tan simple y lógico como eso.
Se escuchan muchos idiomas en Marruecos, pero hay cuatro que predominan: el árabe marroquí, el amazigh (bereber), el francés y el español. Al contrario
de lo que la gente pueda pensar, no existe un único idioma árabe. No sólo existe el árabe clásico o fusha, sino que cada país tiene su
propio dialecto. Es cierto que en temas de religión, de política y en los
medios de comunicación se emplea a menudo el árabe clásico, pero en el día a
día, en las familias, en las cafeterías, en las tiendas, entre amigos… se habla
darija, el árabe marroquí. Además, los bereberes, un grupo de habitantes en Marruecos, presentes
en todo el norte de África, hablan su propia lengua con varios dialectos según
la zona en la que se encuentren.
Cuando viajamos a un país extranjero tenemos cierta
tendencia a intentar hacernos entender en inglés, pero en Marruecos eso no sirve. En la zona norte (Tánger, Tetuán y Chefchaouen)
se habla español perfectamente (y cuando digo perfectamente es perfectamente) y no hay problemas a la hora de comunicarse.
Se podría decir que España ha estado presente en esa zona, igual que en el Sáhara, hasta ayer. Y se nota un montón. Es curioso ver además como muchos marroquís lo han aprendido desde pequeños escuchando la radio española y
viendo TVE con programas de nuestra infancia que todos recordamos.
Pero el francés en Marruecos no es sólo un
idioma, ni muchísimo menos. El francés es un signo de distinción, una muestra de estatus
social, una prueba de nivel, un arma. Se utiliza para dividir a sus habitantes en dos
grandes grupos: los que saben francés y los que no. Los que son de la clase
media-alta y los que no. Lo domina sólo una pequeña parte de la población, pero
son los que más influencia política y económica tienen, tanto fuera como dentro
del país.
Es evidente que el conocimiento y dominio de varias lenguas
es algo genial, pero el asunto se vuelve un poco turbio cuando hay jóvenes
marroquís, pertenecientes siempre a esa clase alta, que sabe francés pero tiene
serias dificultades para expresarse en árabe. Qué ridículo, ¿no? O esos niños
que van al cole privado y sólo se comunican en francés, aún siendo marroquís que viven en Marruecos. Qué feo, ¿no? O esos adultos que te hablan en francés,
aunque saben que no es tu idioma, simplemente para demostrarte que ellos sí
saben. Porque ellos lo valen. Qué tontería, ¿no? Hay cierto rechazo hacia su lengua materna y algunos sienten recelo a la hora de emplearla, especialmente delante de cierta gente.
"Mientras que las fuerzas mundiales como Rusia intercalan el árabe en sus programas escolares con el objetivo de crear una generación capaz de hablar y comunicarse con los países árabes para mantener sus intereses económicos y estratégicos con estos países, nuestros irresponsables francófonos reniegan del árabe como si fuera una epidemia que ha contagiado a todos los autóctonos marroquíes, intentando desviarles de los verdaderos virus que no pueden ser más que estos irresponsables francófonos.
¿Por qué los que defienden darija marroquí suelen poner sus hijos en los institutos francófonos? ¿Por qué los que relacionan darija con la economía suelen ser lobbies internos y externos? Creo que las preguntas conllevan respuestas, los primeros quieren autóctonos nulos que no sepan hablar ni árabe ni francés, o sea autóctonos analfabetos, mientras que sus hijos francófonos o plurilingües sean los líderes de la corrupción en Marruecos en el futuro próximo. Los segundos quieren mano de obra barata, analfabeta y que no sepa ni sus derechos ni sus deberes." - La lengua árabe y la corrupción en Marruecos
Cuando llevas un tiempo viviendo en Marruecos es habitual tener que enfrentarse a una de las situaciones más cómicas que se viven en el moro. Estás en una cafetería, en una tienda o donde sea, y quieres poner en práctica tu nivel de darija con el camarero o el comerciante de turno. Con toda la ilusión del mundo y por educación, intentas comunicarte en su lengua. Ya no es sólo que quieras demostrar que tú también lo vales, es que a menudo te resulta más fácil hacerlo así. Lo más probable es que tengas más capacidad para entender a alguien hablando en francés que en árabe marroquí, pero a la hora de hablar tú la cosa cambia. Pones empeño y te esfuerzas en mimetizarte con el medio lo máximo posible, desplegando todas tus armas, mientras el marroquí hace lo mismo por mostrarte su nivel de francés. Se crea entonces una guerra de egos que no has buscado, pero que te lleva a una situación absurda en la que tienes muy poco margen de maniobra y de la que casi nunca puedes escapar porque nadie va a querer bajarse del guindo.
Las diferencias sociales que hay en Marruecos parece que cada vez son cada vez
más pequeñas, pero siguen siendo bestiales. Hay brechas enormes entre sus
habitantes y el idioma galo se ha convertido en una de las mejores herramientas
para saber de qué lado estás. O, mejor dicho, para que el otro sepa de qué lado estás...
Yo vivo en Marruecos y no entiendo bien porqué utilizas el término ¨vivir en el moro¨, la palabra ´moro´en la actualidad se ha degradado mucho y es ofensiva, al menos como la usan la mayoría de españoles que por supuesto, desconocen el mundo árabe. Estoy de acuerdo con muchas de las cosas que dices pero en Casablanca cada vez son más abismales las diferencias de clases sociales, cada vez o más rico o más pobre. He visto un lujo en este país que, paradójicamente, no he visto jamás en otros países. Es triste, en mi opinión.
ResponderEliminarDigo 'bajar al moro' porque es una expresión coloquial que se ha usado toda la vida y la digo con todo el cariño del mundo. La palabra no se ha degradado, la ha degradado la gente y es ofensiva cuando el que la dice busca precisamente eso, ofender. Pero te aseguro que mi intención es precisamente la contraria y si me conocieras un poquito lo sabrías. Sé perfectamente cuándo hay que decir ciertas cosas y cuándo no, y soy la primera que se ha metido en algún lío por intentar parar los pies a algún ignorante que escupía mierda por la boca, pero también soy la primera que dice 'no me seas moro' ante ciertos comportamientos de amigos marroquís que para mí son como hermanos. La clave es saber qué se dice, con quién se dice y en qué contexto.
EliminarRespecto al lujo, he tenido la inmensa suerte de vivir con los dos extremos de Marruecos. En casas sin agua caliente y en hoteles pagados de más de 450 euros la noche, así que conozco un poquito más de lo que crees esa triste realidad.
Como ha dicho Carlota, yo creo que la palabra "moro" no tiene porque ser ofensiva, eso depende del uso concreto y de cada persona. Eso mismo sucede con otras palabras y nadie se queja, porque así lo entienden.
EliminarA anónimo: La degradacion del lenguaje depende mucho de la intencion del que lo utiliza. La palabra moro, define perfectamente a los habitantes del magrb desde que los romanos, que ocuparon esa zona despues de las guerras con cartago, la llamaron mauritanis (dos provincias, para ser exacto). Ahora mauritanos son los del sur de Marruecos y Argelia. todo es relativo.
EliminarCuando intentas comunicarte en darija, piensas antes la frase, como la vas a estructurar, para que no piensen que estás hablando en indio...y cuando ya la tienes interiorizada y la escupes...el amigo te contesta en castellano...muerta!!!
ResponderEliminarMe encanta todo lo que escribes... eres lo que siempre deseamos conocer, una española que conozca realmente cuales son nuestros orígenes, que marruecos no es un desierto ni todo el mundo es pobre, y que puedes ver más limusinas que en toda tu vida viviendo en Europa. Estás muy lejos de la ignorancia.. Sigue así!!!
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