22 de diciembre de 2013

DONDE APRENDÍ A SER YO MISMA

Ella es Inés, una valenciana de 23 años estudiante de Educación social. Se adentró en Marruecos a través del voluntariado con su compañera y amiga Lidia.
"Desde que era pequeña siempre había pensando en Marruecos como ese lugar al que era imprescindible viajar, un destino en mi vida. Y por fin llegó ese momento. Vi mi oportunidad de realizar mi sueño de viajar a Marruecos y no lo dudé ni instante. Quise que mi primera experiencia estuviera relacionada con el voluntariado, con ayudar, con ofrecer lo mejor de mí y, lo más importante, con aprender y recibir lo mejor de ellos.
Recuerdo aún esos nervios los días de antes de coger el vuelo, y lo primero que pensé al bajar de él: “¡qué he hecho, y dónde me he metido!”. Pero ese pensamiento duró muy poco, desapareció con el primer “Marhaba” y “yallah yallah”. No se me olvidará nunca el momento en que entré por la puerta del Campamento del pueblo que cambió mi forma de ver el mundo, Hassilabied. Al ver las jaimas me invadió un  sentimiento de alegría que me acompañaría desde ese instante hasta el momento que tuve que decir adiós.

Fue en aquel pequeño pueblecito de Marruecos donde aprendí a vivir con muy poco, a disfrutar de los pequeños momentos y de la vida en general. Aprendí que el tiempo no importa, ni la edad, ni el dinero… sólo importa ser tú mismo y ser feliz. Ese mes me invadió la tranquilidad. Las vistas que teníamos y el paisaje que nos rodeaba nos dejaba con la boca abierta; ese color anaranjado de la arena en contraste con el cielo tan azul, ese cielo estrellado por la noche… Me hipnotizaba igual que la música y esa forma de tocar los “tambores”. Aprendí a divertirme de una forma muy diferente a la que estaba acostumbrada.

No puedo sacarme de la cabeza todo lo que viví allí. Cada momento, cada lugar en el que estuve, cada segundo que pasé rodeada de gente increíble. Cuando tuve que despedirme de este lugar que rompió todos mis esquemas, me sentí vacía  y antes de marcharme ya estaba pensando el volver lo más pronto posible. Desde que dejé atrás todo eso, siempre intento volver para volver a sentirme VIVA, para volver a disfrutar de esos olores, de esos colores, de esa tranquilidad y de esa cultura.

Qué decir de este lugar… Simplemente que es un lugar mágico, un lugar distinto a todo lo demás. Un país en el que se te olvida el estrés, especialmente cuando ellos te dicen que la prisa mata. Un sitio en el que aprendes que se puede vivir con muy poco y ser más feliz que viviendo con mucho. Un lugar en el que te das cuenta de la visión tan equivocada que tenemos de ellos y lo especiales que son. Marruecos es, sencillamente, el lugar en el que me gustaría estar y donde aprendí a ser yo misma. Cuando vuelves de un lugar así, lo único en lo que piensas es en buscar vuelos para poder volver a sentir cómo te invade esa magia que allí se respira. En pocas palabras, Marruecos es un sitio tan especial que te engancha.

Como ya he dicho, era uno de mis destinos desde hace mucho tiempo… y después de visitarlo, tengo claro que lo seguirá siendo por mucho más tiempo."


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