En unos días Telecinco va a emitir un documental, una tv-movie, o como cada uno lo quiera llamar, sobre lo ocurrido el 11 de Marzo en Madrid. Pues bien, ya han aparecido falsos profetas con su doble moral exigiendo que se prohíba su emisión. (Seguro que muchos de ellos hace unos días defendían la democracia y todo.) Dicen que es una vergüenza, que se busca audiencia a toda costa, que juegan con el morbo, que cómo son tan buitres y sinvergüenzas, que es lamentable que se tenga que recurrir a algo así... Y cuando escucho cosas así me dan ganas de coger un rifle y BUM! Fuera hipocresía de un plumazo.
No seré yo quién alabe la forma de hacer televisión de Telecinco. Pero sí seguiré defiendo, obviamente, que es un medio para entretener, no para formar mejores personas, ni más inteligentes, ni más educadas, ni más responsables, ni más trabajadoras. Que parece ahora que la culpa de que haya tanto vago, maleante, corto y vividor la tenga Telecinco. Madre mía.
Lo que sí es grave y peligroso es la maldita manía persecutoria (por llamarlo de alguna manera) contra este canal. Hay tantísima incoherencia y tantísimo falso radical que da por el culo. ¿Qué igual le da a la gente que haya una mujer que lleve viviendo de hablar de su vida 10 años o que unos cuántos chavales ganen pasta con la excusa de que están buscando pareja? ¿Dejáis de cobrar lo mismo a fin de mes? ¿Dejáis de follar? ¿Dejáis de iros de vacaciones? ¿Dejáis de salir de fiesta por eso? Entonces, ¿qué hostias os importa lo que hagan otros con su vida o con su dinero? 'Ni que fueran ellos Bin Laden.'
Y que ahora me vengan a decir que hacer una película sobre un atentado es una falta de respeto a todas las víctimas porque se juega con su dolor, me parece el colmo de la hipocresía. Aunque, en algún caso, sean los propios familiares de las víctimas. Me juego el cuello, los dos brazos y las dos piernas a que todos todos todos todos TODOS ellos han visto películas sobre el 11-S, sobre la Alemania nazi, sobre asesinatos en serie, sobre guerras en Oriente o África, sobre accidentes como el del Titanic, sobre terrorismo o sobre desgracias como lo ocurrido en Chernobyl. Pero esas víctimas no son igual que las de Madrid, ¿no? ¿Porque no son españolas o por qué exactamente? No entiendo nada. Visto lo visto, la gente se debe pensar que ciertos capítulos de la historia sólo existen en la gran pantalla y que no han ocurrido en realidad. O eso, o cobran un plus por demagogia baratísima. Sino no encuentro otra explicación sensata.
Prácticamente todos los acontecimientos históricos importantes han sido llevados a la gran pantalla. (Yo, personalmente, estoy deseando ver la(s) peli(s) que se van a cascar sobre Bin Laden.) Y de esas pelis nadie dice nada. Nadie se queja. Al contrario. Esas pelis molan, esas pelis recuerdan lo ocurrido, esas pelis son un homenaje a los fallecidos o damnificados, esas pelis hay que verlas y somos los primeros en recomendarlas. Pero si los hechos han ocurrido en España que nadie hable del tema, ¿eh? Que la gente se pone muy nerviosa y salen quejas hasta sobre cómo sopla el viento hoy. Es mucho mejor callarse, tomarlo como un tema tabú y que nadie hable sobre lo ocurrido. Así demostraremos una vez más la madurez que tanto nos caracteriza. Dejémoslo pasar y evitemos pensar en uno de los acontecimientos más trascendentes de la historia reciente de nuestro país, no vaya a ser que saquemos conclusiones y que luego encima no nos gusten.
VÍDEO DE PROMOCIÓN AQUÍ: 11-M; PARA QUE NADIE LO OLVIDE.
PD_ Que me parezca más o menos justo que se tache de culpables a unos y ni siquiera se mencione a otros, es ya un tema distinto. Pero vamos, sabiendo cómo está el percal no creo que eso le moleste demasiado a la gente. Así, en general.
Pienso igual que tú y creo también que la hipocresía que hay en Occidente asusta. Pero más que molestarnos porque sean víctimas españolas como dices es porque ese día de alguna manera todos vimos que ninguno estamos a salvo del terrorismo (no voy a decir islámico porque me parece hablar demasiado) y nos dimos cuenta de que nos puede pasar a cualquiera, o lo que es peor a algún familiar o amigo. Cuando le pasa a otros pensamos que es una barbaridad, sin más. Pero cuando esa misma barbaridad nos pasa a nosotros todo cambia a peor, porque no es lo mismo contarlo que vivirlo.
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