28 de mayo de 2014

LA HOSPITALIDAD MARROQUÍ EN LAS ESTACIONES

Si hay algo que caracteriza al pueblo marroquí es, sin duda, su hospitalidad. Una hospitalidad a menudo difícil de entender cuando, desde Occidente, viajas a Marruecos por primera vez y no te cuadra que la gente te dé tanto sin esperar nada a cambio. Son muchas las anécdotas cotidianas que ponen de manifiesto la amabilidad marroquí y hoy quiero compartir con vosotros algunas de las que he vivido, concretamente en estaciones de tren y de autobús.

Estaba en la impresionante estación de trenes de Fez una tarde de viernes. Intentaba sacar mi ticket en una de las máquinas que hay para hacerlo pero ésta no aceptaba mi billete de 200dh (20€ aprox.). Después de dos intentos fallidos, el joven que estaba detrás de mí se puso a mi lado para intentarlo él. Cuando vio que aquello no funcionaba se giró para ver si había cerca algún guarda de seguridad que nos pudiera cambiar los 200dh y, antes de que pudiera dar un solo paso con mi billete en la mano, otros dos hombres que también se encontraban en la cola le pusieron el brazo delante, diciéndole con un tono ligeramente agresivo que dónde creía que iba con el billete de aquella señorita. Y es que, cuando digo que en Marruecos todo el mundo es policía secreta en potencia y que muy torpe tienes que ser para que te pase algo malo, lo digo por algo.


Otro día me encontraba en el tren que me llevaba desde el aeropuerto de Casablanca hasta Rabat, la ciudad en la que vivía. Nunca había hecho ese trayecto antes y el señor que se sentó a mi lado, después de un rato de divertida charleta en una mezcla de árabe-francés-español, me dijo que el tren no era directo, que tenía que hacer transbordo en Ain Sbaa. Sin ninguna doble intención, le comenté que era la primera vez que hacía ese viaje y, aunque él iba a otra ciudad, se bajó conmigo en la estación de Ain Sbaa y esperó unos 30 minutos a que llegará el nuevo tren que me llevaría hasta casa. Perdió su tren y tuvo que esperar después casi un par de horas más hasta que llegara el siguiente, pero no dudó en hacer de padre y despedirse con una gran sonrisa desde el andén, no sin antes advertiéndole a uno de los revisores del tren que aquella española se tenía que bajar en Rabat. El mismo revisor que, poco antes de llegar a Rabat, vino a mi vagón a decirme que la siguiente parada era la mía.

En uno de los viajes a Tánger coincidí en el compartimento del tren con un joven que iba con su hermano, su cuñada y un amigo. Aquel trayecto, por cosas que pasan en Marruecos, duró más horas de lo habitual y hasta las 10 de la noche no llegamos a nuestro destino. A pesar de que aquella familia, una vez en Tánger tenía que cogerse un grand-taxi para llegar a su pueblo – a varios kilómetros de la ciudad – para visitar a sus abuelos, se quedaron conmigo en la estación hasta que mis amigos llegaron a recogerme.


Era verano y después de pasar poco más de un día en Marrakech, decidí huir con mis amigas a Essaouira. Fuimos a la estación de buses con la intención de coger el primero que saliera hacia la ciudad costera, pero el que marchaba pocos minutos más tarde de que llegáramos no tenía plazas libres y nos tocaba esperar casi tres horas a que llegara el siguiente. Nos fuimos a la cafetería a tomar algo para hacer tiempo y, al poco rato, apareció el hombre que nos vendió el billete. Vino expresamente a buscarnos para decirnos que ese bus que estaba completo tenía ahora tres plazas libres y que nos acabáramos el té, que nos esperaban para que ocupáramos esos asientos y que, mientras tanto, iba llevando nuestras mochilas al maletero.


Acababa de llegar a Tánger con un amigo que nunca había estado antes en Marruecos. Fuimos a la estación de tren para dirigirnos a Fez y, una vez en el vagón, tras haber pagado religiosamente nuestro billete, pasó el revisor. Mi amigo no encontraba su ticket por ninguna parte y el revisor dijo que volvería en un rato. Lo hizo, pero el billete no había apareció. Compartíamos compartimento con tres mujeres de unos 60 años y, antes de que el revisor pudiera hablar de multas, las tres mujeres hablaron con él, diciéndole que el muchacho se habría despistado y habría dejado el papelito en cualquier sitio. Que lo había buscado por todas partes y que no había habido manera de dar con él. Unas mujeres que no nos conocían de absolutamente nada y que ni siquiera sabían realmente si habíamos comprado el billete, pero que se ‘enfrentaron’ al hombre para conseguir que finalmente se marchara entre risas, no sin antes recordarnos que es importante no perder los billetes después de haberlos pagado.

Y eso por no hablar de las multitudinarias merendolas obligadas que te pegas en los viajes; con el agua, los zumos, las galletas, la fruta, los batidos, los quesitos de la vache qui rit, la harcha, el malawi... gracias a gente que te conoce desde hace pocos minutos y que te ofrece su casa, la de sus hermanos, la de sus primos, la de sus padres y la del vecino si algún día te decides a pasar por su ciudad. Y te la ofrecen de verdad; con número de teléfono incluido.



Nota para todos los que sentís una gran nostalgia al hablar de ciertos temas.
Escuchad a todo volumen esta canción - especialmente el principio - y hagamos juntos sangre de las heridas.

No puedo evitar acordarme de la frase que aquel italiano - sorprendido por la hospitalidad de la gente en Marruecos - me dijo con cara de alegría y de pena: "Aquí aprendes que realmente la gente con la que te cruzas en la vida, por defecto, es buena. Muy buena. Y te das cuenta de que si desconfiamos tan a menudo de ellos es porque pensamos que pueden ser como nosotros..."

37 comentarios:

  1. Me ha encantado Carlota!! Me he sentido totalmente identificada con algunas situaciones.
    Muchas veces "mal pensamos" porque no estamos acostumbrados a eso y creemos que lo hacen con alguna intención, pero no todo el mundo es igual.
    Y bueno, la de veces que me habrán ofrecido mis acompañantes de tren o bus su merienda, y ojito como digas que no!!

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  2. Me encanta leerte, que lo sepas!

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  3. Cierto. Asi son. Por eso los amo

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  4. mi experiencia viajando sola de Marrakech a Tinghir fue la gran acogida que tuve en una familia de 6 miembros: padre. madre, 2 niños, tio y abuelo que no dudaron en darme agua, mandarinas, galletas caseras, risas, cuidados, abrazos en la despedida y juegos y canciones durante las 10h que duraba el trayecto, en la parte trasera del bus (donde habia asientos para 4 y eramos unos 9, con calor, sudor, ...) aun tengo la direccion de su casa de Meknes en la cartera de los dirhams para ir a visitarles la proxima vez que vaya....inchallah!

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  5. El tío del vídeo es genial.. El de la gorra. jajajajaja

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  6. Me encanto el articulo, cada vez que recuerdo Marruecos me pongo nostalgica

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  7. jajaja la de telefonos que uardamos mi marido y yo de esos viajes en tren , con el nombre de la persona que nos lo dio en el tren , la ciudad donde vive y aluna caracteristica de aquella persona para recordar un poco quien era, y si viajar a Marruecos y en tren es maravilloso.

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  8. Es cierto!!! Increiblemente cierto....!!! :)
    Que pena q no estemos acostumbrados a tanta amabilidad y hospitalidad y nos de recelo...
    Luego dicen q en España los amrroquies son mala gente y q no se intregran... Yo no me canso de decir que los marroquies q hay en España , no son los mismos que hay en Marruecos y pq??? muy sencillo de explicar.
    Pq van a España y cómo les tratamos?? cómo les recibimos? pues mal... muy mal. Normal q vayan de uñas . En cambio vamos nosotras a Marruecos y cómo cnos tratan? cómo nos reciben? pues bien, muy bien.

    Esto es así y no hay más q decir..es cierto. Por miedo, recelo, desconfianza?? por las gilipolleces q nos han metido en la cabeza?? pues si, por esto y más cosas, pero en todo caso es así.

    Por eso cnd llegas a Marruecos la primera vez y ves al verdadero marroquí en su salsa, te das cuenta q estabas en lo cierto, q esa sensación q te rondaba detrás de la oreja de tu vecina Fátima y de su marido Hassan y de sus chiquillos era real... son gente hospitalaria y amigable, pero en otros paises se comportan algo diferente , pq los q tienen "miedo" son ellos. Qué pena no???

    Y estas situaciones de buses y trenes se repiten, en el mercado, en las tiendas... en el dia a dia .
    Y q sigan . q sigan...
    :)


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  9. Completamente cierto, son así, es así! Hay mil anécdotas viajando en autobús, no sólo de ayuda y hospitalidad, sino de sonrisas, miradas de afecto y detalles mil. Alguien se marea cruzando el Atlas, entre todos le dan agua, una bolsa, colonia fresca para mojar el cogote.....y le preguntan y sonrien, incluso hablan con el conductor para que aminore la marcha....un niño o niña llora y protesta por el largo viaje....los de al lado sin conocerse le hacen bromas y lo entretienen. Los desconocidos hablan mucho entre si. A mis amigos marroquies cuando viajamos les preguntop: "a ese/a de que lo conoces?" "de nada, nunca había hablado antes con él...simplemente hablamos".... es así, sale tal cual. Yo miro la gente como se relaciona en Barcelona....ni se miran, casi que ni se ven. Alli es distinto, es otro ritmo....las horas de espera en el transporte público te hacen interactuar a la gente, la gente te ayuda si vas perdido...a veces te indican mal, pero son atentos y se esfuerzan...y si te invitan a tomar el te o a comer en un pueblo porque el coche colectivo tardará aún dos horas en salir, no esperan nada a cambio, es hospitalidad con el viajero, con el extranjero....y eso forma parte de la magia de Marruecos :)

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  10. Supongo que es la percepción de los viajeros esporádicos o de la gente que no vive aquí a largo plazo, visitantes temporales, y quizás no solo de semanas, algunos de meses... Me encuentro en condiciones de asegurarte que cuando vives aquí más de un puñado de meses te das cuenta de que no todo es así, de que la amabilidad es más moderada de lo que sueles exponer en tu blog y de que en tu día día te encuentras con gente que se mueve más por interés que por otra cosa, pero bueno, supongo que la mayoría de los lectores serán viajeros ocasionales o esporádicos, así que no quiero arrastrar o desalentar a alguien que no busca más allá que unas vacaciones exóticas con lo que es la realidad...De todas formas y sobra que lo diga, pasa como en exactamente cualquier otro lugar del mundo hay gente amable y gente no tanto, esto no es ningún paraíso que no pueda ser cualquier otro lugar.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo Cristina,el interés está a la orden del día entre los propios Marroquíes y más todavía hacia los extranjeros como nosotr@s.Es algo que como dices no se puede apreciar en un par de semanas de vacaciones,si no más bien cuando vives.

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  11. los marroquis somos asi gracias a dios,se pelean 3 personas,y al segundo les empiezan a separar,esta uno tumbado al suelo,y al instante,le rodea gente preguntandole que le pasa,si te ven perdido,te ayudan,esperan contigo si es necesario,van contigo si es necesario,muchos lo hacen sin esperar nada a cambio,otros esperan unos dirhams jejejejeje,pero en general somos asi,viviemos entre familias,un pobre nunca muere de hambre en marruecos,el ultimo pobre le da lo que tiene de comer,se va a la ultima tienda,y en serio,que no le dira que no,y le da un trozo de pan con lo que sea,la gente da mucho,limosnas,ayudan a pobres...etc,en general somos amables,generosos,solidarios...etc,y si no fuera por esto,marruecos ya estaria hundida,porque el estado,como si no ayuda sabeis,asi que ,el pueblo unido!!! aaaaah,y no solo los marroquis,tambien los arabes en general,y todo el tercer mundo,la gente pobre,las mas amable,humilde,hospitalaria y sencilla que hay en serio,suerte a todos!

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  12. con el agua, los zumos, las galletas, la fruta, los batidos, los quesitos de la vache qui rit, la harcha, el malawi..hahahahah!

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  13. hombre.... x fin escuxamos algo bueno n ste pais,wa hamdlulah

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  14. gracias a tod@s aquellos que si fijan en lo detalles de valor demi gente

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  15. Ay... mis heridas sangran, demasiado... al leer la entrada, y al escuchar la canción jajajaja

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  16. Siento mucho decir eso pero siendo estudiante marroquí en una universidad española, nunca he conocido tanta hostilidad en mi vida (incluso en el equipo de deporte en el q estoy nadie me contesta cuando pregunto algo, ni siquiera el monitor!!!). Es una gran frustración ver cómo mi etapa de universitaria es tan fea y sólo espero terminar la carrera e irme a otro sitio más agradable...

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  17. ya salam ya salm jajajaj, Bienvenidos !!!

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  18. Ma sha Allah! Me encanta la hospitalidad de los marroquíes. Es precioso y te hace saltar las lágrimas.
    Lo que más me impresiona es que luego no haya conciencia social colectiva. Es extraño pero hermoso.

    Tamara S

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  19. Sin palabras, totalmente cierto. Esa hospitalidad la llevamos a todas partes vayamos donde vayamos, espero que mucha gente no se "occidentalice" en ese aspecto los que viven fuera, porque es algo que hemos llevado en la sangre generacion tras generacion...
    Aprovecho en invitarte en verano a Nador por si te interesa visitar la ciudad

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  20. Es totalmente ciento. Yo fui de marrakech a Rabat y volver y me indicaron donde comprar el billete y en que parada exactamente de Rabat bajar pq hay dos y te puedes equivocar.

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  21. woow sinceramente sin palabras y bien se siente uno cuando alguien habla de sus queridos paisanos de esta manera

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  22. Los valores como personas de la gente de allí aquí ni por asomo los vemos entre nosotros.Ellos son amables y hospitalarios.

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  23. Sofía El Mensourilunes, octubre 20, 2014

    Alaaaaaa sin palabras wlaah ... nosotros somos de esas personas que te meten a casa te dan d comer de beber sin preguntarte qiien eres ... que te ayuddarian sin pensárselo dos veces... que los pobres ayudan a otros pobres... yo esque me siento orgullosa de dnd vengo de marruecos !

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  24. Excelente articulo Carlota, aprovecho para animar a la gente a viajar a la zona del rif , al parque nacional de alhoceimas en concreto

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  25. Como siempre es un placer inmenso el leerte.

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  26. totalmente de acuerdo...

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  27. Hola primera vez q escribo..jejeje si muy cierto HOSPITALIDAD en mayúsculas entres donde entres vayas donde vayas...estuve unos meses en Marruecos pero todos los días le digo ami marido quiero vivir allí ya aquí se ha perdido todo es

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  28. Totalmente cierto ,muy amables ,soy andaluza, de se villa y su hospitalidad me recuerda a la nuestra ,que por desgracia conforme pasa los años se va perdiendo .En Marruecos me siento como en casa

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  29. Ciertooooo. En mi ultimo viaje, mi esposo y yo ibamos de camino al aeropuerto, y nos montamos en el tren equivocado, y un caballero, muy gentil, dejo pasar su tren y hasta que no nos dejo montados en el tren correcto, no se fue. Y asi son todos. Estoy muy orgullosa de haberme casado con un marroqui. Y amo Marruecos tanto, como mi Isla natal

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  30. Bueno, bueno...No sé si será para tanto...

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  31. Gran pais y grandes personas me encanta ... lamentablemente asi eramos antes en españa pero se fue perdiendo y es d lo q mas me gusta y mas presumo d marruecos d su gente y lo bonito q es y es cierto los q estan aqui ni color a lo q veo alli.... lamentablemente hay veces q cambiamos a peor ...

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  32. Un poco tarde comentar... a ver si llega. Es muy relativa toda esta amabilidad. Los marroquíes no nos tratamos de esta manera. Cuando se ve un guiri, vemos en él otro mundo, la civilización, la bondad, la amabilidad (como esa que has visto tú por estos lares) y de paso, sacar cacho, o sea, que nos puede dar alguna propinilla o, si no, un obsequio. Este trato también se debe a que os consideramos que sois gente sin maldad, pero sobre todo lo imponente que se nos hace la imagen del extranjero rubio venido del norte. O si no, por qué no nos tratamos de esta forma. Y si me apuras, por qué no tratamos de igual a los hermanos subsaharianos? Estos, todo sea dicho, han conocido esa supuesta y relativa acogida, pero la mayoría está explotada en trabajos de condiciones infrahumanas (tal como pasa a los inmigrantes en Europa). Es un fenómeno digno de estudiar profundamente desde la perspectiva antropológica y sociológica.Dicho esto, tampoco dudo de la buena intención de muchos que se comportan amablemente.

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  33. Maravilloso arcticulo, mi mas sincera enhorabuena!

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  34. Me siento totalmente identificada! Vamos a vivir a Marruecos? No paro de pensar en montar una fundación o algo allí para ayudar a la gente que se encuentra en riesgo de exclusión, y de paso, conscienciar respecto la igualdad de sexo, la higiene y el ser civico en general! Es una lástima que con lo rico que es: gastronomia, cultura, relacions sociales, magníficos paisajes, música... Sigan estancados en algunas cosas!!!

    Inshallah.... Un beso des de Girona, a ver si la situación mejora y viajamos juntas pronto!

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  35. Me encantaría conocer Marruecos.. es hermoso lo veo en imágenes..

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