24 de junio de 2010

san juan



Puedo olerlo desde aquí. Puedo sentirlo. Lo echo de menos. Especialmente en una noche como hoy. Cierro los ojos, lo imagino, y se me ponen los pelos de punta. Han sido muchos años de mi vida disfrutando. En Málaga. Es música para tus ojos. Y paisaje para tus oídos. Para mí, una de las mejores ciudades, sin duda. El clima, la gente, la vida, la luz, la alegría, el ambiente, el olor. Maldita sea. El olor. Ojalá fuera capaz de guardarlo en un botecito. Para poder disfrutarlo en los peores momentos. Nada me trae más recuerdos que un olor. Y Málaga huele a Málaga. Igual que el abrigo de Nuria huele a Nuria. Igual que tu cama huele a ti. Igual que el ascensor huele a papá cuando acaba de marcharse. Igual que en las noches de verano huele de esa forma tan especial. Igual que el galán de noche huele a Extremadura. Igual. Difícil de explicar, pero fácil de sentir. Precisamente por eso estoy enamorada de Málaga, porque no puedo describirla. Porque pienso en ella y... joder, que necesito volver. Que si tuviera que elegir mi último deseo sería morir oliendo Málaga. De verdad.

2 comentarios:

  1. http://www.flickr.com/photos/kevinomara/605494908/sizes/l/in/faves-stepbystep212/

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  2. siempre recordaré que cuando a los demás nos quedaba aún una semana de clase en el cole, tú te ibas de vacaciones a málaga y marbella

    que envida nos dabas, perra!


    y porque no creo que llegue nunca pero, si algún año no tenemos que estudiar en san juan, nos vamos a málaga
    que yo nunca he estado
    (soñar es gratis)

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