Tienes poco más de 30 años y estás comiendo con tu pareja en una terraza de Cehegín (Murcia). Tras una fuerte discusión, coge el cuchillo, el mismo con el que está comiendo, y te apuñala. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho. Ocho puñaladas. No puede seguir haciéndolo, la hoja del cuchillo se te ha quedado clavada. Pero no ha sido suficiente. Coge la silla y te golpea con ella en la cabeza. Varias veces hasta que la rompe. Joder, rompe la silla del bar golpeándote en la cabeza, en mitad de la calle, a plena luz del día. No eres capaz ni de ponerte de pie y, como puedes, intentas arrastrarte hasta el interior del local. Pero aún no ha sido suficiente. Tu pareja sigue golpeándote con la pata de la silla rota hasta que, por fin, consigues entrar en el bar, dejando un rastro de sangre. La jefa del establecimiento se enfrenta a tu agresor y, con una fregona, evita que entre y siga ensañándose contigo para terminar de rematarte. Milagrosamente, aunque tu estado es muy grave, consigues salvar tu vida. Muerta en vida, en un país sin conciencia. En un país en el que la violencia machista se invisibiliza mientras se ningunea a las víctimas. En un país en el que este tipo de asesinatos y agresiones diarias no son un asunto de Estado. En un país en el que se llama nazi al que defiende que este tipo de criminales no puede ir a la cárcel sólo a darse un paseo. En un país cómplice de lo ocurrido.
2 de Junio de 2017, España.
2 de Junio de 2017, España.
Es horrible, horrible .Hasta ayer se podía escuchar el rumor de :"algo habrá hecho "
ResponderEliminarY ya en la cárcel, se les da un trabajo, se les mantiene y muy pocas veces se les enfrenta a su responsabilidad.