Vas de noche en el metro con varias amigas. Un tío no deja de mirarte. Tu gesto se vuelve serio. Ellas se bajan en su parada y te quedas sola. El chico sigue sin apartar sus ojos de ti mientras tú miras continuamente para otro lado. No te diriges a él - ni verbal ni físicamente - pero te hace gestos para que, en vez de seguir tu camino, te bajes en su parada. Sigues pasando de él y, por fin, llegas a casa. A la mañana siguiente sales y te encuentras varias farolas y paradas de tu ciudad empapeladas con un texto en el que el hombre al que, con tu actitud, le dijiste NO, hace una perfecta descripción de lo que ocurrió la noche anterior, de tu ropa y de tu aspecto físico. Miras el móvil y ves que miles y miles de personas por todo el país te están buscando. Quieren que el hombre te encuentre. Quieren que os volváis a ver. Vuelves a casa y, al poner la televisión, ves que le están haciendo una entrevista en la que, ese tío al que no hiciste ni caso, dice que quiere encontrarte para sacarte del infierno y subirte la moral. No es la primera vez que hace algo así, le escuchas reconocer. Por si fuera poco, observas cómo la reportera y la presentadora te llaman "Julieta" y piden colaboración ciudadana para que toda la ciudad se vuelque en tu romántica búsqueda. Mientras, te llega una notificación de que empresas privadas están publicando que si apareces y te vas con ese tío, te pagan una cena. Y cientos de personas lo retwittean. Todo el mundo dándole coba. Después de una semana de lo ocurrido, tú no aún has dado señales de vida, has vuelto a decir que NO, pero la gente sigue hablando de ti. Pidiéndote que quedes con él. Cuestionando tu decisión de seguir pasando del tío y de su película.
Sólo hay dos tipos de mujeres en el mundo. Por un lado, las que han sido educadas tanto para sentirse halagadas con actitudes como la del chico y sus palmeros como para llamar exageradas a las segundas. Por otro, las que han sido educadas igual pero, al menos, han leído la definición de "acoso" y estarían deseando no volver a cruzarse con esa persona. Mucho menos estando sola. Mucho menos de noche.
Sólo hay dos tipos de mujeres en el mundo. Por un lado, las que han sido educadas tanto para sentirse halagadas con actitudes como la del chico y sus palmeros como para llamar exageradas a las segundas. Por otro, las que han sido educadas igual pero, al menos, han leído la definición de "acoso" y estarían deseando no volver a cruzarse con esa persona. Mucho menos estando sola. Mucho menos de noche.