14 de septiembre de 2016

POR FAVOR, APAGA ESA MIERDA YA

Nunca. Nunca he conocido de cerca una noticia y, al verla contada en televisión, he sentido que se estuviera diciendo toda la verdad. Jamás. De hecho, no sólo eso sino que en la mayoría de ellas se mentía. Se mentía descaradamente.Ocultar la verdad cuando se supone que te dedicas a informar es grave. Pero inventar y decir mentiras, manipulando así la opinión pública, tiene delito. Y es que, como dice la canción, una noticia mal contada es un asalto a mano armada. La mayoría de esas noticias apenas tenían mayor trascendencia a nivel nacional. Mucho menos internacional. Pero se mentía. Se decían verdades a medias. Se tergiversaba la información sobre sucesos sin aparente relevancia. ¿Qué no harán entonces con acontecimientos que afectan a la economía, la seguridad y la organización mundial?



Acababa de cumplir 12 años cuando ocurrió el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York. Aunque no la había visitado nunca, era una apasionada de la ciudad. Me pasaba horas leyendo libros sobre ella, viendo fotografía, devorando reportajes... Y aquel 11 de Septiembre, los dos símbolos más emblemáticos
de Manhattan fueron atacados y derribados. No hacía falta tener un Doctorado para que la versión oficial te oliera a terrible chamusquina. Desde entonces y hasta el día de hoy, he escuchado decenas de testimonios (de testigos, ingenieros, pilotos, arquitectos, controladores aéreos...) sobre lo ocurrido. He visto cientos de imágenes analizadas por personas imparciales que saben de lo que hablan. He escuchado decenas de curiosidades que no pueden ser casualidades. He analizado miles de datos que no dejan lugar a dudas. Aquel atentado es el mayor cuento que nos hemos tragado en la historia reciente. Y, como ese, mil más.Quince años de verdades a medias y secretos mal contados, imposibles ya de enumerar.

Era sólo una cría y aquella ciudad que me volvía loca, de alguna forma, me había cambiado el chip. Me había hecho ver que la realidad supera a la ficción y que, para la mayoría de la población, lo que dice la televisión va a misa. Aunque lo que cuenten no tenga ni pies ni cabeza. Da igual. Los medios de comunicación son un peligrosísima arma de alienación masiva, capaces de hacernos tragar sin masticar. De creer sin analizar. De juzgar sin conocer. Y de hablar sin saber. Ya lo decía Malcom X, "si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido". Y eso es justamente lo que estamos haciendo.


Así que, por favor, apaga esa mierda ya. Hazte ese favor y deja de permitir que laven tu cerebro. Sólo dicen lo que quieren que sepas. Aún siendo consciente de su capacidad de manipulación, tu subconsciente no perdona. Miles de imágenes, titulares y opiniones están ahí, sin que tú lo sepas. No son tuyas, no las has creado tú. No nacen de tu experiencia, ni de tu razón, ni de tu corazón. No te pertenecen. Son suyas, pero te están matando. A ti y a todos. Quien no se mueve no siente las cadenas, así que sal ahí fuera y libérate. No sabes bien la de gente increíble, lugares maravillosos y experiencias únicas que te estás perdiendo sólo porque interesa más que estés en casa. Callado, parado, atontado. Sólo así pueden manejarte. Aburrido, cabreado, estancado. Pero no caigas en su trampa, no caigas en su juego. Siempre ganan ellos. Sé que no es fácil asimilar que somos marionetas en sus manos, pero saber leer entre sus líneas hará que pienses de forma libre. Duda de todo. De absolutamente todo. Piensa y descubre las cosas por ti mismo. Analiza. Busca otras fuentes de información. Sé crítico. Y, sobre todo, no tengas miedo a volar. Las vistas son espectaculares.

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