De alguna forma, me prometí a mí misma que no difundiría imágenes de este tipo pero está claro que el HORROR es el único que parece ser capaz de despertar conciencias. El silencio nos hace cómplices y si Israel - con el consentimiento de Estados Unidos y sus aliados europeos - sólo siembra el terror y el odio luego no nos puede sorprender tener que recogerlo en Occidente. Y cuando eso ocurra, se nos llenará la boca - una vez más - hablado de terroristas.
"Hasta el 11-M creíamos que la agonía y el sufrimiento de pueblos lejanos, las guerras libradas en países remotos, no nos afectaban. Los dramas que diariamente se viven en Afganistán, Palestina, Sudán, Pakistán... etc. parecían simples imágenes bidimensionales, sin olor, que se asomaban a nuestras pantallas a la hora de los informativos gracias a profesionales como mi compañero Xosé Couso. Pero el 11-M aprendimos, con sangre, que el eco de los gritos del torturado en una cárcel iraquí, de las bombas en las montañas afganas o de los disparos en los territorios ocupados palestinos podría resonar, amplificado, en las estaciones de tren de Madrid."
(El Palestino - Antonio Salas)
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