Pocas horas después del atentado en la línea de meta de la
maratón de Boston todo el mundo recibe la noticia de que dos explosiones han
provocado, hasta el momento, el fallecimiento de 3 personas y casi 150 heridos. Es obvio que todas las muertes de gente inocente son más que condenables
y sucesos como este ponen de manifiesto una vez más que el mundo está loco.
Pero no hay derecho a que dé la impresión que unas vidas tengan más valor que
otras. Parece que ya nos hemos ‘acostumbrado’ a ver ciertas imágenes en Siria, Palestina, en Somalia… de niños muertos, de tanques por las calles, de
casas totalmente destrozadas o de gente con piernas y brazos amputados tras explosiones. Y
la gente es como si no sintiera nada al ver lo que ocurre en una mitad del
mundo. Pero cuando, puntualmente, se ve en el otro lado saltan todas las alarmas. No es justo,
joder. No es justo.
El Twitter repleto de mensajes sobre el atentado, los medios
de comunicación haciéndose eco minuto a minuto de lo que está ocurriendo, miles
de oraciones desde cientos de países… Es lógico; la gente se vuelca por
completo ante hechos tan horribles que atentan no sólo contra la vida de las
personas sino contra un sin fin de valores, de ideales y de ilusiones. Pero ya
está bien de considerar que las vidas en Occidente valen más que las vidas de
Oriente. ¿Por qué somos así, joder? ¿Por qué? ¿Por qué dos bombas en Boston duelen tanto y 20 en Bagdad tan poco? ¿Hay alguien ahí que pueda contestarme? La semana pasada en Afganistán murieron
11 niños y varias mujeres tras un ataque aéreo de Estados Unidos. ¿Pero qué
igual da, no? En Irak llevan años lloviendo bombas, en zonas no precisamente
despobladas, que llevan impreso el dibujito de la bandera con la que ahora se cubren los cadáveres tras la maratón. Y la misma maldita carnicería se repite todas las putas semanas, una tras otra. Es tan crudo como real y la falta de empatía y la increíble hipocresía
que gobierna nuestras vidas es tan asquerosa como todo lo que está
ocurriendo a un lado y al otro. A un lado y al otro.
Lo mismo pienso yo. Cualquier atentado es condenable, pero me parece exagerada la cobertura de las personas hacia este suceso en las redes sociales. Entiendo la reacción de mis amigos estadounidenses, pero de los demás, pues no mucho..... la verdad.
ResponderEliminarTuve la oportunidad de asistir a una conferencia de Rosa María Calaf en la que se hablaba acerca de la cobertura de los acontecimientos internacionales y los conflictos internacionales.
ResponderEliminarEl tema de todo esto, lamentablemente, es en buena parte económico. Los medios de comunicación son empresas privadas que quieren ganar dinero. Y se ve y se vende mejor una noticia sobre cualquier famoso. Ingresos por publicidad, etc.
Concretamente en EEUU es escandaloso el desconocimiento que tienen acerca del resto del mundo, pero saben que pintalabios se pone cada dia su actriz favorita.
Me autorespondo.
EliminarAnque ahora que lo pienso de otro modo, el problema puede que este en las personas, dado que demandamos cierto tipo de información...
No, no es justo
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