COSAS QUE HE APRENDIDO VIAJANDO

Que hacer la mochila nos hace felices.
Que las experiencias compartidas son mejores experiencias.
Que no existe un lugar tan jarto como un aeropuerto.
Que merece la pena vaciar el bolsillo para llegar a ciertos sitios.
Que con una persona extranjera nunca dejas de aprender.
Que compartir historias une.
Que la convivencia es dura. Y si viene unida de cansancio más aún.
Que no es cuestión de idiomas, es cuestión de comunicación.
Que hasta el Papa caga sentado.

Que no somos nada y sin pasta aún menos.
Que racismo, la inmensa mayoría de las veces, es pura ignorancia.
Que a veces no es mejor quien más te ayuda, sino quien menos te molesta.
Que con música se llega a cualquier parte.
Que la vida son tres días y vamos por el segundo.
Que casi ningún tópico es cierto.
Que llenar bolsillos de vivencias y kilómetros es la hostia.
Que no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita. (Mira, este sí que es cierto).

Que viajar de noche da una paz y una libertad especial.
Que no hay que buscar el porqué de ciertas cosas; son así, y punto.
Que ojalá fueramos capaces de aprovechar, valorar y respetar la mezcla de razas.
Que todo el mundo tiene una historia que no debe ser juzgada y un secreto del que nadie sabe nada.
Que lo que la mayoría llama ‘vida’ no tiene nada que ver con esa palabra.
Que nunca se para de crecer, nunca se deja de morir.
Que las fotos, de algún modo, nos hacen inmortales.
Que lo diferente a lo que conoces muchas veces no es mejor ni peor, simplemente es diferente.
Que lo mejor de perderse es lo que te encuentras en el camino.

Que a veces no tener planes es el mejor plan.
Que madrugar sólo molesta si se hace por ciertas razones.
Que volar es una pasada.
Que inteligencia y juventud es lo mejor que podemos tener.
Que conocer y (con)vivir con otras culturas te enriquece.
Que la verdad nunca es única.
Que echar de menos tu hogar no significa necesariamente que necesites volver.
Y que siempre encuentras algo entre la mierda que no tiene desperdicio...