8 de marzo de 2011

QUE ME PONGO MUY NERVIOSA

Vayamos por partes, vayamos por partes...

Primero, esto ya se pasa de castaño oscuro. Y aunque ahora por lo menos es huelga oficial, sigue siendo un oportunismo, un chantaje y un abuso de poder que da vergüenza. Apoyo toda huelga que defienda los derechos laborales de los trabajadores, de sus condiciones de trabajo, sus salarios dignos etc. pero detrás de todo esto se esconde una cantidad de mierda que es para flipar. Los trabajadores de AENA no hablan de reivindicar mejoras laborales, sino que se les garantice su estatus de trabajadores públicos. Encima de privilegiado, cabrón. Que se les garantice que no va a haber privatización. Y aunque la idea de privatizar el espacio aéreo puede parecer una locura, está visto que las cosas hay que hacerlas así. Palo largo y mano dura, como decía mi abuelo. Y me da igual si tengo que pagar más tasas, por lo menos sabré que no se van a reír de mí en mi cara.




Segundo, se debe partir de una idea tan clara como lamentable, y es que en este país no hay prácticamente nada que sea público y no esté complemente podrido. AENA es una empresa pública y nadie quiere perder su estatus de trabajador público, claro. Todos sabemos el por qué. Y ahí es donde radica toda esta pantomima sindical. Tanto CCOO como UGT no mueven ni un dedo por los más de 5 millones de parados que hay en este país. Por qué? Porque están chupando del bote por debajo de la mesa todo lo que quieren y un poquito más. Y así nos luce el pelo luego, claro.

Yo también quiero que el Estado me dé un trabajo para toda la vida y que luego nadie me pueda echar del mismo. NO TE JODE, MALDITO JETA! No entiendo y moriré sin entender cómo una persona a estas alturas puede tener un trabajo fijo toda su vida por aprobar un puto examen. Es que no me cabe en la cabeza. Y menos sabiendo cómo es la gente en este país. Si por mí fuera, aparte de generalizar el despido libre, no habría ni una sola persona que pudiera acceder a un puesto de trabajo únicamente haciendo un examen. Pero ni una. Y mucho menos que aprobándole, independientemente de cómo haga su trabajo, pueda tener un puesto fijo toda la vida. Y si le quieres echar encima tengas que pagarle una millonada! OUBSF VAHJBKGAVYBHAIOSBNsagAAAAAAAAAAAAAH!!! ES QUE ME CAGO EN LA HOSTIA! CUÁNTO SUBNORMAL, CUÁNTO BORREGO, CUÁNTO JETA, CUÁNTO CORTO, CUÁNTO PARÁSITO, CUÁNTO CARADURA Y CUÁNTO SINVERGÜENZA HAY EN ESTE PAÍS. DIOS!




 Si según les vencieran los contratos los echaran a tomar por culo si no valen, habría puestos de trabajo merecidos y no habría huelgas para engordar las arcas de ciertos mangantes sindicalistas hijos de puta. El que no trabaje a la puta calle y fuera.

Me molesta tener que decirlo pero, con estas situaciones, con esta gente, con esta mentalidad, con estos políticos, con este sistema, con esta mala eduación, con esta falta de responsabilidad, de civismo, de autocontrol, de empatía, de principios y de todo, a veces pienso que Dragó tenía razón cuando decía que 'sé que se me va a atacar por esto, pero lamento profundamente haber nacido español.' Y ya es triste tener que confesar eso.


Y tercero, estoy hasta los cojones de que nos utilicen de arma arrojadiza los unos, los otros y los de más allá. De tener que trabajar para pillar un vuelo y que haya que rezar para ver que justo ese día puedas volar. Si no se privatizan los aeropuertos, cada año tendremos el mismo problema, y ahora en vez de cuadrar las vacaciones con los amigos o con la familia, las tendremos que cuadrar con los trabajadores de AENA. Cuando a ellos les venga mejor, oye. He sufrido retrasos en un aeropuerto, he sufrido overbooking, he sufrido malas caras y falta de información. Sólo espero no tener que pagarme un día el billete de bus de vuelta a casa después de haber estado varias noches durmiendo en el suelo, de haber perdido mi vuelo, de haber perdido mis vacaciones, de haber perdido mi dinero y de haberme quedado con cara de tonta por culpa de esta gente. Y sólo espero que ese día no tenga un rifle a mano, porque me lío a tiros y me quedo sola. PALABRA.

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