26 de diciembre de 2013

VIAJAR ES MÁS CUESTIÓN DE CORAJE QUE DE DINERO

A la hora de viajar son tres las frases principales que la gente suele decir para no mover el culo del sofá. Mientras que el ‘no tengo tiempo’, principalmente por motivos laborales, suele ser una razón real, el ‘no tengo pasta’ o ‘no tengo con quién ir’ son sólo excusas. Excusas baratas. Si realmente quieres viajar hay mil maneras de autofinanciarse un viaje, lo único que hace falta es creérselo. 


Viajar casi nunca es cuestión de pasta, sino de coraje. Y aunque es cierto que algunas formas de vida son sólo aptas para unos pocos, otras muchas están al alcance de cualquiera. Os cuento tres de las que yo he utilizado y que tengo la certeza de que funcionan.

La primera de ellas es el Blablacar. En Europa lleva año siendo bastante popular y en España está empezando a crecer ahora, ¡y de qué manera! Es una plataforma en Internet que pone en contacto a personas que viajan con su coche y personas que quieren viajar. El que tiene el vehículo publica la fecha, la hora, el lugar de origen y destino y el precio del viaje. Un precio casi siempre más barato que el de un bus o un tren y que, en algunos casos, puede reducirse si se consigue llenar el coche. Los conductores además publican su teléfono de móvil, características de su coche (marca, color, foto, matrícula…) Además se pueden dejar comentarios, tanto positivos como negativos, como conductor y como pasajero. Para algunos trayectos es complicado encontrar un coche pero a los que llevamos años indignados, sin alternativa y con la vena hinchada, dando de comer a ALSA con los casi 20 euros que vale sólo el viaje de ida Burgos-Madrid, el Blablacar nos ha dado lo vida. Y es que raro es el día que no encuentras más de 20-30 coches que cubren el trayecto.


¿Ventajas? Muchísimas. El precio, el tiempo, la gente que conoces, las anécdotas, las historias que compartes… ¿Desventajas? Siempre está presente la posibilidad de que te vaya a pasar algo (como dice tu madre). Pero si algo nos tiene que pasar, nos va a pasar en cualquier sitio. O de que el conductor con el que has quedado llegue tarde o no llegue… Por eso me parece una buena práctica cuando se trata de un viaje más informal. Si tienes que llegar a tiempo a una cita, a una reunión, a un vuelo o lo que sea, yo me lo pensaría dos veces. Ahora que cada vez es mayor el número de personas que busca coches antes que buses, empiezan a oirse historias de que si a un coche le paró la policía y el conductor se escapó porque estaba en busca y captura, que si al llegar al destino la gente se baja sin pagar, que si la abuela fuma, que si tal, que si cual. Blablabá. Es cierto que pueden pasar esas cosas, pero también te puede partir un rayo de camino al súper. A mí suena más a ganas de asustar al personal y joder el negocio que a otra cosa. La gente que más lo usa es gente normal que va a viajar sí o sí y antes de hacer el viaje solo, prefiere quedar con otra gente para que el viaje le resulte más económico y más ameno. Nada más. Hay además una sección en la web 'sólo para mujeres' para aquellas a las que les da miedo/palo/vergüenza viajar con tíos.
 

Otra de las formas que he utilizado alguna vez para viajar más barato es el Couchsurfing. Algo sencillamente genial. Se utiliza para poner en contacto a personas que están viajando por todo el mundo. A menudo es utilizado simplemente para conocer gente que está en el mismo país o en la misma ciudad que tú, para quedar, tomar un café o que te hagan de guía. Pero la aplicación más bestia, y la más difícil de entender para la mayoría de españoles, es la de contactar con gente en cualquier continente que te acoge en su casa. ¿A cambio de qué? De nada. Hay gente increíble ahí fuera que tiene espacio libre en su casa y, ya que en ese momento no pueden estar viajando, quieren acoger a otros que sí lo están haciendo. Se busca conocer otra gente, otras culturas, otras historias y compartir. Sobre todo compartir. Visitas por la ciudad, cenas, cervezas… Lo que sea, pero en común. Lo habitual es quedarse una o dos noches, pero en nuestro caso la aventura duró casi una semana.


Karen y yo fuimos con el pequeño Félix a París, para llevarle Disneyland. Nos pusimos en contacto con una familia budista francesa y fue una experiencia genial. Teníamos que tener un poco más de cuidado que en otras ocasiones porque viajábamos con un menor que estaba a nuestro cargo. Los hoteles/hostales eran carísimos, aún compartiendo habitación, y la mayoría parecía ser un joyo. Así que decidimos probar el couchsurfing y nos salió más que redondo. La familia era encantadora y la casa era increíble; yo tenía una habitación en la que dormía con Félix, con baño enorme para nosotros solos, y Karen otra habitación aparte con ordenador también para ella sola. Nos preparaban el desayuno, la comida y la cena. Veíamos videoclips de música con el proyector que tenían en el salón. Félix veía los Simpsons en francés como si entendiera todo mientras nosotros veíamos la final de noséqué Mundial. Nos recomendaban sitios que visitar en París con el crío. Y el día que fuimos a Disneyland hasta nos dieron dinero para comprarle cosas al pequeño. Al principio nos dio palo cogerlo, pero no seré yo quien niegue 3 veces unos billetillos, como diría él. Todo ello a pesar de que, sin querer, hicimos que el perro de la familia se comiera dos tabletas de chocolate enteras y hubiera que llevarle de inmiediato al veterinario, para no tener que lamentar una desgracia mayor. Era día festivo en Francia, sin demasiados veterinarios disponibles, y cundió un poco el pánico en casa pero Félix puso calma al decir que no se preocuparan, que ya lo cagaría.


Cuando vas a casa de alguien conviene tener claro que no vas a un hotel; si te están alojando hay una serie de normas no escritas que cualquiera con un poco de sentido común entiende. No es plan de llegar cada día a las tantas de la mañana, de tirarte 2 horas duchándote, de levantarte a las 3 de la tarde… Ya tú sabes. Es su casa y tú eres el arrimado.

Otra de las páginas que más populares se está haciendo en España es la utilizada para trabajar de au-pair. En esa página están registradas tanto familias que buscan gente, normalmente chicas, como jóvenes que buscan una familia. Casi todas ofrecen alojamiento, comida y paga semanal/mensual a cambio de X. Algunos hasta te pagan el vuelo. Cabe decir que no sólo existen familias en Inglaterra y en Irlanda que buscan gente. Hay en muchos más países como Japón, Egipto, Australia, Marruecos, Brasil, Tailandia o Emiratos Árabes en los que también hay familias, casi siempre muy ricas, locales y extranjeras, que quieren gente para cuidar de sus granjas, para enseñar idiomas a sus retoños, para que se ocupe de los animales de la casa, para que acompañes a sus hijos a los innumerables viajes que hacen a lo largo del año o para cosas que ni te habías imaginado. Familias con las que vivir experiencias únicas. No todo el mundo busca una chacha que lleve y recoja al niño del cole, friegue los platos, cocine, limpie, ponga la lavadora y haga la compra. ¡Palabra!


El que quiere hacer algo siempre encuentra un motivo, el que no, siempre encuentra una excusa.

3 comentarios:

  1. me a encantau el articulo y de paso voy a ver si encuentro a alguien en nueva zelanada xDD

    ResponderEliminar
  2. ¡Genial Carlota! Sobre todo eso animar a viajar barato con niños, en couchsurfing hay familias geniales
    Y para los que se hayan acostumbrado ya al blablacar, recuérdales que el autostop sigue funcionando, me llegan rummores de que en España los tiempos de espera van disminuyendo también :)

    ResponderEliminar
  3. Que buen post! Yo también voy a probar suerte en aupairworld, que lo tengo muy olvidado.
    Saludos!
    http://dianamiaus.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar