29 de junio de 2012

¡ ALLÁ VAMOS !

COSAS QUE HACER ANTES DE MORIR:

#17. PASAR UN MES EN MARRUECOS
 "Viajar casi nunca es cuestión de dinero, sino de coraje. Pasé gran parte de mi vida recorriendo el mundo como un hippie y ¿qué dinero tenía entonces? Ninguno. Apenas tenía para el billete, pero aún así creo que fueron los mejores años de mi juventud: comiendo mal, durmiendo en estaciones de tren, incapaz de comunicarme por culpa del idioma, viéndome obligado a depender de otros incluso para encontrar un techo donde pasar la noche.
Después de mucho tiempo en la carretera, escuchando una lengua que no entiendes, usando un dinero cuyo valor no conoces, caminando por calles por las que nunca has pasado, descubres que tu antiguo Yo, con todo lo que ha aprendido, es absolutamente inútil ante esos nuevos desafíos y empiezas a darte cuenta de que, enterrado en el fondo de tu subconsciente, hay alguien mucho más interesante, aventurero, abierto al mundo y a las nuevas experiencias."

28 de junio de 2012

A LAS COSAS POR SU NOMBRE

No es la primera vez que Sara Carbonero mete la pata. Y seguro que la de anoche no será la última. Tras terminar el partido, la joven entrevistó a Andrés Iniesta, preguntándole si le hubiera gustado tirar un penalti en la semifinal. El futbolista, sorprendido, dijo: ‘Sí, bueno, de hecho he tirado el segundo…’ Joder, una cosa son los fallos del directo y otra ya esto, que es para echarse a llorar.

 

Mucho se está hablando últimamente en las redes sociales de la periodista (?). Y, sinceramente, me parece lógico y normal. La chica ha conseguido, por méritos propios, ser tres días seguidos Trendic Topic mundial con el ya famoso 'Gracias, Sara'. Y no es para menos. Algunos tachan de machistas comentarios ingeniosos totalmente justificados, cuando lo verdaderamente machista es que esté donde está por tener una cara bonita. Si la tía no lo hace bien, no lo hace bien. Y punto. Da igual que sea mujer. A ver si ahora, porque la chica sea atractiva, no se la puede criticar como a cualquier otro...

22 de junio de 2012

DIJISTE LAS PALABRAS QUE SIEMPRE HABÍA SOÑADO ESCUCHAR


"In the summer of 2000-2001, high school had ended and it was time for college. I did everything in my power to take you with me, but you didn't wanna go. You said I needed to become a man and that I counted on you way too much. So you left me - feeling unsure, unloved and confused. How could you not love me anymore? 
You've had my heart since I first laid eyes on you. I woke up to the thought of you and went to sleep with my heart with you. You completed me and now you was leaving me. How? How could you? You left me with nothing to do, no one to turn to... You help mold me into the man that I am today. You were the one that understood me, but I knew deep down inside you were gonna come back to me. 
So I practiced on ways that I could love you more, and for you to never leave me again. And then 2001-2002 came and you said the words that I've always dreamed of hearing. 
'From Robbins, Illinois, 6 foot 4 Guard... Dwyane Wade.' 
And we fell in love all over again. To my first love, the game of Basketball... I love you."
Dwyane Wade

QUEREMOS LO QUE NOS MERECEMOS




Lo único que podíamos dejar como herencia era cultura, música y dignidad. 
Eso era todo lo que teníamos.

16 de junio de 2012

9 de junio de 2012

SÓLO ERES LIBRE CUANDO NO TIENES NADA QUE PERDER

¿Y a ti qué se te ha perdido en Marruecos? Esa es la pregunta que la gente suele hacer. He de reconocer que la respuesta no es fácil, pero todo podría resumirse con ‘el nivel de exigencia’. Cuando estás allí no te llegas a dar cuenta, pero cuando vuelves a casa es cuando realmente  aprendes la lección. Cuanto menos se necesita, más feliz se es.

Viajar a Marruecos supone no pensar en reservar alojamiento. Supone no planear prácticamente nada. Supone no comprar cosas que no necesitas. Supone pagar por los productos lo que realmente valen. Supone tener anécdotas e historias para aburrir. Supone volver a lo básico. Supone aprender a disfrutar con lo que hay, no con lo que se consigue con dinero. Supone vivir el día a día, de una forma humilde, pero no por eso menos digna.


En un país como Marruecos fluyen situaciones que en España no ocurren ni forzándolas. Mucho menos en Europa. Y sólo alguien que lo haya vivido entiende realmente lo que quiero decir.

Cada viaje hay miles de cosas nuevas que te llaman la atención, no importa las veces que hayas ido anteriormente. Unas para bien y otras para mal, claro. Pero de las malas ya hablaremos más tarde.

El respeto a la gente mayor y el cariño especial a los niños está siempre presente. La unidad familiar está por encima del dinero y de cualquier otro interés. Todo el mundo habla con todo el mundo, todo el mundo ríe con todo el mundo, todo el mundo discute con todo el mundo. Nadie habla de crisis. La gente es alegre, generosa y hospitalaria. Muy, muy, muy hospitalaria.


Desde este lado del estrecho puede parecer mosqueante que alguien que te acaba de conocer te invite a comer a su casa con toda su familia. Puede parecer sospechoso que te pidan que te quedes a dormir esa noche y todas las que vendrán después. 'Quédate un año'. Puede parecer sorprendente que te regalen algo que realmente necesitan. Pero es que ser generoso es eso; no dar de lo que te sobraPuede parecer inquietante que te invite a su boda el amigo de esa persona a la que acabas de conocer. Puede parecer raro que el dependiente de una tienda en la que no has comprado nada te invite a pasar a tomar el té. Pero en Marruecos pasa todos los días. Está claro que no te puedes fiar de todo el mundo, pero para eso tenemos el sentido común. Está claro que no hace falta hablar con cualquiera, pero cualquiera puede convertirse en alguien especial.

Marruecos es un lugar increíble, y su gente lo es más aún. Animo, de verdad, a todo el mundo a que se olvide de lo que le han contado, que ‘baje al moro’ - preferiblemente con alguien de allí - y que compruebe lo que hay. No pretendo que cambie la mentalidad de medio Occidente, sólo quiero que tanto del país como de su gente se tenga la imagen que realmente merecen. Nada más.