Aunque hay canciones que parecen cicatrices, hechas con jirones de pasiones infelices, que cuando las oyes son como hechas a la medida del molde del dolor de tus heridas. Y entonces cobran vida porque siempre que las oyes resucitan, incitan, invitan a las almas que levitan...
Y, música, dale paz a mis sentidos, protégeme del ruido bendiciendo a mis oídos. Dame fe y dame fuerza pa' cumplir lo prometido y no me dejes naufragar en este océano de ruido.
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